Esta fue la clave vital para que Carlos Alcaraz ganase la final de Rotterdam

Carlitos es una mezcla de tenista del pasado con uno del presente. La evolución del tenis pasa por mezclar lo de hace 50 años con lo de ahora.

Jose Morón | 9 Feb 2025 | 20.15
facebook twitter whatsapp Comentarios
La clave vital para que Carlos Alcaraz ganase la final de Rotterdam
La clave vital para que Carlos Alcaraz ganase la final de Rotterdam

Si echan la vista atrás, hace varias décadas, el tenis se jugaba más hacia adelante, en vertical, que no en horizontal, como desde inicios de los 2000. Los Nadal, Djokovic y compañía hicieron que fuese cual fuese la superficie, el tenis se jugase sobre todo desde el fondo. La nueva generación, liderada por Sinner y Alcaraz, parece dispuesta a marcan una nueva época donde el tenis vuelva a jugarse camino de la red. Por ahí, Carlos Alcaraz, basó su superioridad en el día de hoy para ganar a Alex de Miñaur en la final del ATP de Rotterdam.

Y es que es capaz de desplegar su mejor tenis cuando se encuentra cerca de la red. Ágil como un gato y preciso como un francotirador. Mientras el resto del circuito gana solo el 35% de los puntos cuando sus rivales se encuentran en la red, Carlos eleva su cifra al 42%. En el día de hoy, ante De Miñaur, ese número lo dejó en un impresionante 54%. Es decir, cuando Alex intentó irse hacia la red, perdió más puntos de los que ganó, algo totalmente inhabitual en el circuito.

Luego, por si esto fuera poco, Alcaraz fue capaz de ganar el 61% de los puntos en la red cuando él se acercó a la misma (promedió un 70% en el torneo). Es decir, todos los puntos que se jugaron cerca de la red, Carlos marcó la diferencia. En un deporte como el tenis, donde solo un par de puntos decantan la balanza para uno y otro, esto resulta vital en una final tan apretada como fue la de Rotterdam.

Superioridad también en otras dos facetas

Carlitos se encontró con un De Miñaur muy preciso desde el fondo. El australiano se llevó la mayoría de los puntos que se jugaron desde el fondo tanto en el primer como segundo set. Resulta llamativo que el español cediera en un terreno donde suele mostrarse superior a la mayoría de sus rivales. La paciencia de Carlos fue clave para girar las piezas en el tercer set. La diferencia clave de su victoria fue que fue capaz de recuperar el pulso desde el fondo.

Así lo dicen los números. Alcaraz solo se llevó el 40% de los puntos desde el fondo en el primer set y el 37% en el segundo. En la tercera manga, dejó ese porcentaje en el 55%. Si ya era superior en la red, acompañando esto con su mejora desde el fondo fue clave para certificar su victoria, sin olvidar un viejo amigo que hacía tiempo que no aparecía: su saque.

El primer servicio sostuvo a Carlos en esos momentos donde su revés flaqueó (alcanzó 20 errores solo de revés), dejando un magnífico 38% de primeros saques que no volvían. Esos ‘puntos gratis’ tan necesarios en una cancha como la de Rotterdam, también sumaron para que Alcaraz volviera a tocar plata y levantar un título cuatro meses después.

En un tenis que se juega sobre todo desde el fondo, como en las últimas dos décadas, Alcaraz parece dispuesto a marcar un nuevo estilo, poniendo en juego una mezcla de los años 80 con los 2000, es decir, jugando hacia adelante y mostrándose fuerte en la red (a veces, sin necesidad de tener que volear, logrando el punto con el approach), así como seguro desde la línea de fondo. El tenista del futuro juega un poco a todo. Cuando decimos que Alcaraz es tremendamente completo, lo decimos por cosas como la de hoy. Y lo mejor de todo, todavía tiene solo 21 años.

Fuente de los datos: TennisViz y Tennis Data.