Jannik Sinner y Taylor Fritz tendrán el privilegio y honor de disputar la última final de la temporada 2024 en el circuito ATP. Será en las ATP Finals 2024, un escenario que ha encumbrado a numerosos maestros y que espera a un nuevo integrante de su sensacional lista de honores. Es el italiano quien llega indudablemente como favorito, pero Taylor ya ha demostrado que sabe lo que es tumbar a grandes titanes y afrontará la cita con la convicción de que no tiene absolutamente nada que perder.
Después de que Novak Djokovic volviese a imponer su yugo en la cita que reúne a los mejores ocho del año, Turín coronará a un nuevo maestro en esta edición. No es esta una afirmación, eso sí, que nos pille por sorpresa, máxime cuando uno de los contendientes de esta final es el número uno del mundo, campeón de dos Grand Slams esta misma temporada y un tipo que aspira a igualar múltiples récords en cemento. Sinner tiene una oportunidad de oro para poner el broche a un año de matrícula de honor... y todos le dan como favorito.
EXPERIENCIA, JERARQUÍA Y FRESCURA
Porque el transalpino ha llegado a la última cita del año fresco como una lechuga, afinando su maestría a la hora de configurar su calendario y dar su mejor nivel en las mejores plazas del circuito. Porque llega a la final sin haber cedido ni un solo set, yendo de menos a más, demoliendo a todos sus rivales y aumentando su agresividad y valentía conforme los minutos pasan. Porque ya sabe lo que es ganar a su rival en un gran duelo por el título, demostrándole que hay que ser muy especial para tumbarle cuando un trofeo se vislumbra. Motivos de sobra, claro, para pensar que, con el apoyo de un público local que siente absoluta devoción por su nuevo ídolo, Sinner saldrá coronado como "maestro" por vez primera, sumando los tres grandes títulos en cemento en una misma temporada (algo que en los últimos 15 años solo lograron Novak Djokovic y Roger Federer) y cimentando su lugar como rey indiscutible del circuito.
FRITZ, CONTRA TODO Y CONTRA TODOS
Al otro lado de la red enfrentará a un tipo que, a pesar de su procedencia, no es dado a fuegos de artificio ni titulares rimbombantes. La temporada de Taylor Fritz se puede describir con una sola palabra: evolución. Un proceso de maduración lento que le ha visto hacerse mejor en todas y cada una de las facetas del juego, especialmente en su movilidad lateral, que ya le permite jugar de tú a tú ante los mejores del mundo desde la línea de fondo. Así le demostró a Alexander Zverev en semifinales que con pasar la bola no sería suficiente, y así desesperó a Daniil Medvedev para asegurarse el pase como segundo de grupo. Eso sí, los precedentes dan pocas chances al de Rancho Santa Fe... que irá contra todo y contra todos.
SINNER, SUPERIOR EN EL CARA A CARA
Hace apenas unos días italiano y estadounidense se vieron las caras, con una victoria solvente de un Sinner al que le bastó con una rotura por set para desmantelar a su rival. El guion de aquel duelo, en la fase de grupos, empieza a convertirse en el modus operandi del italiano: regularidad y consistencia total para mantener el set igualado y con paso firme, subida de nivel y de riesgo en sus golpes para asegurar una rotura definitiva cuando el set llega a los momentos de presión. Es un proceso torturador para un rival que ve cómo por muy bien que esté jugando, siempre acaba vencido; una operación con bisturí en la que el paciente no siente que ha llegado el final. Necesitará Taylor ejercer una presión impresionante desde su primer servicio, jugar con la confianza por las nubes en las bolas de break en contra (porque existirán, no tengan duda) y encontrar la derecha invertida más que nunca para evitar que Sinner acampe en la zona del revés. Ahí, el italiano encuentra su zona de confort y martillea con bolas con mucho margen el revés de Fritz, una situación que el estadounidense aguanta mucho mejor que hace un par de temporadas, pero que acaba dejando bolas cortas para que Jannik entre con el revés paralelo o la derecha invertida.
Dos tenistas con una evolución portentosa, aunque con techos, a día de hoy, muy diferentes; dos jugadores que saldrán de Turín confirmándose en sus mejores rankings históricos. Un final que premia la evolución, la valentía para incorporar nuevos aspectos a tu tenis, a dos personalidades de perfil bajo que con más trabajo que ruido se han afianzado en la élite absoluta del circuito. ¿Taylor o Jannik? Lo descubriremos a partir de las 18:00.