Un sí, pero no, un casi, un quiero y no puedo. En definitiva, una amarga sensación de verse frenada por lesiones e imposibilidad de trabajar en su tenis. Eso es lo que ha vivido Emma Raducanu durante un 2024 que quiere terminar de una manera muy especial. La Billie-Jean King Cup 2024 puede ser un revulsivo moral muy importante para la británica, pero también un banco de pruebas.
Prueba de ello fue la gran actitud competitiva que se apreció en la joven británica durante su duelo ante Niemeier. Ganar 6-4 6-4 fue importante para Emma Raducanu y su afán de demostrarse a sí misma que, cuando está libre de molestias físicas, es una jugadora a tener en cuenta en grandes citas. Pero, sobre todo, fue determinante para poner en práctica un cambio revolucionario en su tenis, fraguado durante su última estancia en el dique seco por culpa de las lesiones y un exigente bloque de entrenamiento posterior.
Si hay algo por lo que se caracteriza Raducanu es por su facilidad natural para jugar a tenis, por ese talento natural desbordante que atesora, pero que debe ser pulido. Es una tenista muy poco hecha, con un largo camino por recorrer en aspectos técnicos, tácticos y mentales. Las lesiones no solo han impedido que compita con continuidad, sino que han interrumpido un desarrollo profesional progresivo en ella. "Han pasado dos meses y medio desde mi último partido, nunca es fácil volver a competir tras una lesión. Me siento bien físicamente, tranquila a nivel emocional y muy motivada", decía en rueda de prensa tras su debut en la Billie-Jean King Cup 2024.
- Raducanu admite haber trabajado mucho para mejorar su saque
"Me encantan las competiciones por equipos, el ambiente es genial, tener a gente apoyándome y dándome consejos es una gran sensación y creo que se me da muy bien competir en este contexto. Mi buen rendimiento es fruto de tres semanas de entrenamientos exigentes y muy positivos. Espero que esta semana se vean los frutos a mi trabajo duro", declaró una Raducanu que aprovechó estas semanas para hacer un cambio estructural en su tenis.
Y es que uno de los aspectos que requería una intervención táctica era su saque. Así lo explicó la propia Emma Raducanu, demostrando su madurez y humildad. "Después de lesionarme en Seúl, me di cuenta de que tenía que hacer de mi saque un arma mucho más mortífera. He alargado un poco más el swing, hice más fluidos mis movimientos y busco imprimir más potencia y asumir riesgos. Debo aceptar cometer algunas dobles faltas, pero considero que estoy en el camino adecuado. A veces, tiendo a sacar como hacía antes y me tienen que corregir, pero estoy satisfecha con el cambio. Seguiré trabajando en ello durante la pretemporada", sentenció una mujer que sueña con el título en la Billie-Jean King Cup 2024.