No hay peor enemigo para cualquier tenista que las lesiones... ¿O sí? En caso de existir uno, sería el paso del tiempo y ver cómo la edad se va cebando con tu propio cuerpo. Novak Djokovic ha gestado parte de su legendaria carrera en un cuidado del cuerpo excepcional, que le ha hecho perderse muy pocos partidos. Ahora, con casi 38 años, ve cómo las lesiones se hacen más habituales.
Todo aquello que se prolonga más tiempo del racional y es capaz de superar los límites de la lógica, adquiere una pátina de eternidad, una especie de placentero autoengaño en el que creemos que jamás se acabará. Es lo que ha generado Novak Djokovic en la mente de todos los aficionados al tenis. Sin embargo, hasta el mejor paseo por la playa llega a las rocas y es evidente que en algún momento habrá señales inequívocas del final del serbio. Con deportistas tan destacados a nivel históricos, el nivel de juego perdura, pero es el físico lo que termina provocando el inexorable ocaso.
Algo así suele manifestarse en forma de lesiones cada vez más recurrentes. Le ocurrió a Federer y Nadal, castigados por lesiones de las que no pudieron recuperarse y que vieron cómo el paso del tiempo se cebaba con ellos en forma de imposibilidad para recuperarse bien y competir con continuidad sin recaer. Novak Djokovic no solo ha sido el más laureado del Big 3, sino también el que menos problemas físicos ha tenido y el que atesora un cuerpo más pulcramente afinado para la competición. Pero en los últimos tiempos van viéndose señales inequívocas de que algo está cambiando en su cuerpo.
- Djokovic reconoce que no sabe cuánto tiempo podrá soportar ver cómo las lesiones van cebándose con él
Los casi 38 años han de manifestarse de alguna forma, incluso en un súper hombre como él. Tuvo que retirarse por lesión en cuartos de final de Roland Garros 2024 y, unos meses más tarde, se vio obligado a interrumpir su encuentro de semifinales del Open de Australia 2025. ¿Casualidad y mala suerte? No lo parece.
"Esta es probablemente la nueva realidad que tenga que aceptar; mi cuerpo me va a fallar más a menudo de lo que ha ocurrido en mi carrera. La verdad es que no sé hasta qué punto podré soportarlo". Con estas poderosas palabras recogidas por TennisMajors se dirigía Novak Djokovic a los medios serbios presentes en el Open de Australia 2025, dejando entrever lo duro que será mentalmente para él reponerse de problemas físicos como los que están surgiendo con cada vez más recurrencia en su cuerpo.
Muchos interpretan ya estas lesiones, producidas en el fragor de las batallas tenísticas, como una señal clara de que el serbio ha comenzado su recta final y de que su cuerpo empieza a clamar por un descanso. A leyendas de este calibre nunca les va a retirar un bajón competitivo, una pérdida de calidad tenística o fatiga mental de la competición, sino un cuerpo castigado durante años que pide clemencia manifestando sus heridas con cada vez más recurrencia. ¿Habrá tiempo para otro título de Grand Slam en la carrera de Novak Djokovic? ¿Soportará los rigores de lesionarse y recuperarse lo antes posible? Si alguien puede postergar el ocaso, ese es el astro rey del tenis mundial.