Después de un año entero sin obtener un resultado destacado, Alejandro Davidovich se ha propuesto dar que hablar en este 2025. ¿Y cómo se hace eso? Alcanzando límites inexplorados. En su caso, remontando dos partidos consecutivos en el Open de Australia 2025 tras perder los dos primeros sets. Un estado de forma física y de confianza mental que ha devuelto al malagueño a la cresta de la ola, ubicado de nuevo en los octavos de final de un torneo de Grand Slam. Explosión de felicidad por parte del español, que en sus declaraciones post-partido demostró ser una persona diferente en el presente calendario.
Billete a cuarta ronda
“Estoy muy feliz, no es fácil ganar dos partidos seguidos estando dos sets abajo. La sensación que me llevo es la de no rendirme nunca, la de luchar por cada punto, por cada juego, me da mucha confianza de cara a la próxima ronda”.
Deja-vu dos días después
“Hoy no estaba pensando en el partido con Félix, la cuestión es que en los dos primeros sets había mucho sol y la bola estaba muy viva, todo iba más rápido, por eso me costó un poco más. Luego el sol se fue marchando y la pelota se fue poniendo más pesada, más lenta, ahí cambió el partido. Tenía la confianza de que si todo se volvía más lento, tendría más posibilidades de ganar, porque estaba sacando muy bien y no había muchos intercambios, ya que él se estaba cansando. Sabía que en el tercer set tenía que estar ahí en cada punto, hasta poder cerrarlo con mi saque. Me llevó mucha energía alcanzar este punto”.
La clave del milagro
“No pensaba nunca en el resultado, solo quería jugar. A lo mejor otros años lo hubiera tirado, hubiera tirado tres fuera y me hubiera conformado con ganar dos rondas, pero hoy salté a pistas con ganas de jugar, competir y estar ahí. Estaba muy contento por haber ganado a Felix y estar aquí una ronda más. El partido se merecía un tiebreak, pero al final he tenido 5-4 y he podido cerrarlo a mi favor”.
Nueva temporada, nuevo equipo
“Ha habido muchos cambios, si tengo que hablar lo haré en el futuro, ahora mismo no quiero darle mucha bola y seguir con mi camino. He formado muy buen equipo, estamos todos muy compenetrados, al final eso me da mucha seguridad. Sabemos que hacemos bien nuestro trabajo, el año pasado hubo muchos cambios en mi vida y al final los cambio no son fáciles. Intenté llevarlo de la mejor manera, al final de año estaba mejor, pero no se estaba reflejando todo el trabajo que estaba llevando a cabo. Hemos hecho una pretemporada muy buena y poco a poco se están viendo los resultados, aunque por dos buenos resultados tampoco se va a marcar la temporada. Espero seguir de esta manera, el camino es no rendirse y estar centrado en cada punto”.
Tranquilo con su propia naturaleza
“He dejado de pelear con eso desde hace meses, siempre sido un jugador de muchos altibajos, pero no era mi esencia. Tuve picos muy buenos y picos horribles, pero esta sensación del trabajo que vengo haciendo durante meses es la que me gusta. Al final, me voy a la cama muy tranquilo, aunque hubiera perdido hoy me iría tranquilo. Estuve muy incómodo durante tres sets, pero siempre intenté buscar soluciones, me quedo con esa parte. Estoy tranquilo conmigo mismo porque sé que estoy haciendo bien”.