Cuando una derrota te enseña más que una victoria

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La sociedad en la que vivimos es resultadista. Demasiado, a veces. Y sí, de manera injusta. Solo vemos el resultado, no lo que hay detrás ni lo que se puede aprender por el camino. Por ejemplo, hoy, muchos verán el resultado y que Joao Fonseca perdió ante un tenista, por nombre, peor que Andrey Rublev. Dirá que ha fracasado por perder ante Sonego, pero déjenme decirles que, hoy, el brasileño ha ganado algo más importante que lo que hubiera ganado si vence a Lorenzo, y se trata de experiencia.

El brasileño ha admitido en rueda de prensa que vio la que se lió en Brasil tras su victoria ante Rublev y que se puso más expectativas de la cuenta sobre sí mismo. Es decir, se puso más presión. La gente empezó a hablar más de él. Alcaraz comentó que debía tener cuidado con él, Djokovic le alabó, en el vestuario, el resto de tenistas que hasta hace nada veía por la tele, le paraban y le felicitaban por lo que había hecho. Y claro, pensó más de la cuenta. 

Sin jugar la segunda ronda, ya se vio más lejos de donde estaba en el cuadro. Y cuando las cosas se empezaron a torcer ante Sonego, se puso nervioso y esas roquitas que empezó a ponerse él en la mochila en forma de expectativas empezaron a pesarle y jugó peor de lo que él hubiera deseado. Esos nervios le impidieron sacar su mejor versión, y perdió.

No olvidemos que Joao tiene solo 18 años y que esto mismo que le ha pasado a él, le pasó antes a Nadal, a Federer, a Djokovic, a Alcaraz, a Sinner y a otros tantos grandes nombres del tenis moderno. Sí, a todos. Lo importante es que Joao ha descubierto qué le ha pasado, para ponerle solución de cara a futuros días.

¿Saben qué hizo Federer después de ganar a Sampras en Wimbledon en ese famoso encuentro? Perdió ante Henman. ¿Qué habrían dicho del suizo si hubiera habido redes sociales en esa época? Sí, que no valía, que no era para tanto y que había que ver lo mucho que le habían inflado en la prensa. Lo típico que se suele leer ahora de Alcaraz o Sinner, pese a que uno lleva cuatro y el otro dos Slams en su saco.

Somos muy resultadistas. Todos. Demasiado injusto, pero lo somos.

Solo vemos el resultado, y que hoy Fonseca perdió ante un tenista, por nombre, peor que Rublev, y creemos que es un pequeño fracaso.

Déjenme decirles que, para mí, hoy Fonseca ganó algo más importante que una… pic.twitter.com/D38n81cI7p

— José Morón (@jmgmoron) January 16, 2025

Los exámenes se pasan al final de la temporada, no el 16 de enero. Todos deben interiorizar que Fonseca, este año, va a perder más de 20 partidos. Es lo lógico y normal para alguien de su edad. Hoy, solo perdió un partido, pero vendrán 20 más. Y esas 20 derrotas más que llegarán, serán completamente lógicas y normales dentro del proceso de aprendizaje de un niño de 18 años que está jugando sus primeros grandes partidos en el circuito.

Alcaraz, en su primer gran año en el circuito ATP, terminó en el puesto 32 del Ranking; Sinner, en el 37; Nadal, en el 51; Djokovic, en el 78; y Federer, en el 29. ¿Creen que no es factible que Joao acabe este año rondando el puesto 30 y 50? Pues si es así, entraría dentro de la lógica, visto lo visto. Porque, quizá a la gente se le ha olvidado (o muchos no lo sepan), pero hasta las más grandes leyendas de este deporte se iniciaron en el circuito aprendiendo sobre la marcha. 

La diferencia entre un grandísimo tenista y el resto radica en cómo es capaz de digerir a nivel mental la presión. La que le colocan encima y la que se coloca él mismo. Hemos visto a muchos grandes talentos quedarse por el camino por diversos motivos; bien por problemas físicos, no gestionar todo a nivel mental, etc. Nadie puede asegurar que la carrera de Fonseca será un tremendo éxito, pero con todo el potencial que tiene, el éxito lo marcará la manera en la que supere y gestione la presión.

¿Acaso se han olvidado de lo que le pasó a Alcaraz la primera vez que se enfrentó a Djokovic en un Grand Slam? De los nervios que tenía, Carlitos no pudo ni dormir ni desayunar por la mañana. Luego, en el partido, le dieron esos calambres que le valieron el apodo de ‘Calambritos’ Alcaraz por parte de cierta gente. ¿Qué hizo él? Aprender de eso, y un mes después, estaba ganándole un quinto set a Nole para levantar el título de Wimbledon.

Vayan con paso firme y con tranquilidad. Joao apunta alto, sí. Tiene calidad y tenis para marcar una época, sí. Eso hay que decirlo y destacarlo, porque el tenis es eso, nombres que atrae a la gente. Pero vayamos con calma, porque el proceso es largo y aún queda. Mientras tanto, no eleven a nadie con una victoria ni lo tiren a los leones con una derrota. Disfruten del camino, que esto es lo más bonito de la vida: el trayecto.