Perseguir un sueño entraña un gran sacrificio, así como la capacidad de levantarse tras cada golpe. Alexander Zverev afronta este Open de Australia 2025 con energías renovadas y sabiendo que ha acariciado en dos ocasiones la gloria. No puede dejar escapar otro tren. El germano es un hombre en una misión y reflexionó sobre algunos aspectos en torno a su carrera, como el rol que desempeña su padre.
Llega como número 2 del mundo, sabe lo que es ponerse en una posición idónea para triunfar y es consciente de que está involucrado en una carrera contrarreloj ya que la competencia no deja de subir. Intentando que el sueño no se convierta en obsesión, Alexander Zverev parece haber renunciado completamente a tener un entrenador que no sea su padre, a pesar de que muchos no ven eso como lo ideal. De cara a este Open de Australia 2025, tan solo hay un escenario viable con el que el germano estaría satisfecho.
"Todo el mundo sabe lo que persigo. No puedo contemplar otra cosa antes de un Grand Slam que no sea ganarlo. Quiero jugar mi mejor tenis, me he preparado a conciencia en la pretemporada, llevándome al límite a nivel físico para que no me resulte duro jugar a cinco sets grandes batallas en este torneo. Tengo que claro que Sinner, Djokovic, Alcaraz y Medvedev son mis grandes contrincantes, pero también incluiría a De Miñaur como un jugador a tener en cuenta", comentó.
- Opinión sobre la regla del coaching y papel de su padre como entrenador
"Siempre he pensado que el tenis es un deporte individual en el que el jugador debe encontrar las soluciones por sí mismo, pero me parece bien que haya una norma clara que permita a los entrenadores ayudarnos. Lo que hay que hacer es tomar una dirección e ir al 100% por ahí. Solo hay dos escenarios posibles; o permites todo o prohíbes todo", declaró antes de hablar de su padre.
Y es que Alexander Zverev es uno de los jugadores que mantiene una relación más sólida con su progenitor, algo que no es tan habitual en el mudno del tenis ya que estas historias suelen terminar mal. "Funcionamos tan bien juntos porque tenemos una relación muy sana, podemos diferenciar perfectamente la vida privada del tenis. Cuando estamos en torneos, tan solo es mi entrenador, no se inmiscuye para nada en mi vida personal. En otros casos, la relación falla porque los padres se meten en otros aspectos, como con quién sales, dónde vas a cenar, qué comes, etc", declara.
"Mi padre es una persona muy inteligente, también ha sido jugador de tenis en la Unión Soviética por lo que entiende perfectamente qué se necesita de un entrenador. Sabe que su trabajo es clave, pero también es consciente de que necesito cierta libertad. Estoy muy agradecido de que nuestra relación siga siendo sólida", advirtió el jugador alemán, ilusionado con el papel que puede desempeñar en un Open de Australia 2025 al que llega como uno de los favoritos al título.