Han pasado ya meses desde que, de manera silenciosa, la polaca recibiera la noticia de su positivo, caso que se dio a conocer hace apenas algunas semanas. Iga Swiatek aprovecha la distancia con los hechos para sincerarse en el Media Day del Open de Australia 2025 como nunca sobre cómo le impactó de primeras, además de confesar cómo fue el proceso a continuación, sus mayores miedos y la incertidumbre.
Su reacción al recibir el positivo
"Yo fui la primera sorprendida", decía Iga en rueda de prensa sobre ese test antidopaje cuyo resultado era positivo. "Sabía que iba a tener un descanso o algo así porque no tenía ni idea de lo que va a pasar. No sabía si mi suspensión iba a ser tan pronto o no. Las tres primeras semanas fueron bastante caóticas. No había manera de tener respuestas a las preguntas. Nos centramos en encontrar la fuente. No fue fácil. Probablemente fue el peor momento de mi vida. El hecho de que no tuviera ningún control sobre toda esta situación y no tuviera ninguna posibilidad de evitarlo lo hizo aún peor porque soy un poco maniática del control.
Tener la sensación de que todo lo que he construido puede desaparecer tan rápidamente por algo sobre lo que no tienes control, fue una locura para mí y realmente abstracto. Estoy contenta de haber terminado con ello y de poder jugar al tenis y estar aquí. Todo este proceso ha sido bastante abstracto para mí. Especialmente cuando sé que no he hecho nada y no tenía ni idea de que algunos medicamentos pueden estar contaminados. Siempre tengo cuidado, así que... No tenía ni idea de que esto podía pasarme a mí".
¿Quería que se hiciera público?
"Sinceramente, las dos o tres primeras semanas me centré en mí misma porque no estaba en un buen momento. Me costaba estar en la pista. Me centré en mí misma y no entré en las redes ni leí nada porque mi prioridad era yo y mi bienestar. Después fue bastante incómodo. En el primer torneo optamos por decir 'motivos personales' porque creíamos sinceramente que la suspensión se iba a levantar pronto. Desde el principio era obvio que algo estaba contaminado porque el nivel de esta sustancia en mi orina era tan bajo que tenía que ser contaminación.
Aparte del hecho de que no podía jugar, esto era lo peor para mí, lo que diría la gente. Siempre trabajé duro para ser un buen ejemplo, para mostrar mi integridad, mostrar buen comportamiento. No tener ningún control sobre este caso me asustó un poco, pero en el vestuario las chicas son geniales. Ya vi en la exhibición en Abu Dhabi que me apoyan mucho. La mayoría incluso se me acercó, me decían: 'Oye, ¿cómo podemos evitar esto? ¿Hay alguna forma de tener más cuidado?' Les preocupa que les pueda pasar a ellas también. Hay muchas jugadoras importantes, no voy a decir nombres, que me apoyan de verdad. Lo agradezco mucho, porque me hizo sentir mejor cuando volví y no sabía cómo iba a ser".