Ya está aquí el Open de Australia 2025. La cita más esperada por el ecosistema tenístico ha llegado por la puerta grande, con la gran mayoría de principales contendientes ya presentes en Melbourne. Será una cita especial, con muy pocas bajas por lesión y diversas narrativas que se abren paso de cara a una temporada que podría confirmar el incipiente relevo generacional vivido en 2024 en el circuito ATP.
¿Podrá Jannik Sinner revalidar corona en su primera defensa de Grand Slam? ¿Conseguirá Carlos Alcaraz convertirse en el tenista más joven de la historia en ganar los cuatro Majors? ¿Podrá Novak Djokovic conquistar su 25º gran trofeo, con Andy Murray en su banquillo y fulminando la racha ganadora de los dos grandes prodigios del circuito? ¿Saltará la sorpresa y veremos un nuevo campeón? Muchas incógnitas que se abren y que analizamos a escasas horas de un sorteo que se avecina importantísimo.
SINNER, EL GRAN FAVORITO; ALCARAZ Y DJOKOVIC, A POR EL ITALIANO
Resulta casi imposible no etiquetar a Jannik Sinner como el gran favorito de cualquier Grand Slam disputado en pista dura. Es su hábitat natural, donde florecen sus desplazamientos laterales, precisión quirúrgica al resto y saque y su maravilloso dominio del equilibrio/riesgo dentro de la pista. Llega, además, con todo el descanso del mundo: mirar al resto desde la atalaya del número uno del mundo no parece haberlo descentrado ni un ápice, si bien el transalpino experimentará por vez primera la presión de defender título de Grand Slam.
Antes de que el sorteo del cuadro nos cambie los papeles, el italiano es el candidato número uno, también por su buen hacer en los primeros compases de los Slams. Nadie parece más regular y menos propenso a sufrir una sorpresa en su contra que él; a esas cotas quiere regresar un Carlos Alcaraz que aparece como candidato número dos. Australia es el Grand Slam en el que peor bagaje acumula, pero sus retoques en la pretemporada (cinco gramos más de peso a una raqueta con la que buscará hacerse antes con el control de los puntos, aportando un plus de daño a su derecha) indican que la motivación y la ambición están por las nubes.
Sabemos de lo que es capaz el murciano: por si fuera poco, es el único con un cara a cara positivo ante Sinner en 2024, demostrando en plazas como Pekín que también puede destronarle en pista dura. Esta sea, quizás, su mejor carta de presentación: un cuadro benévolo, sin demasiadas amenazas en la primera semana, podría darle el desahogo y respiro necesario para "jugarse" el trono a una carta ante el italiano (un escenario en el que ya ha demostrado saber manejarse).
Por detrás de ambos se encuentra el rey de este lugar. Nadie ha mandado con un puño de hierro más contundente que el de Novak Djokovic, que viene con ganas de resarcirse de un 2024 irregular y una última experiencia fallida. No fue pájaro de buen agüero su inicio en Brisbane, donde dejó las dudas de 2024, viéndose un paso más lento y menos explosivo, pero si algo sabe el serbio es activar el turbo en los Grand Slams. Nadie los ha masterizado como él, y su jerarquía y experiencia en estas citas parecen un argumento de mayor peso que el pasado más reciente... aunque el agravante físico y esas mismas dudas, claro, le hacen estar algo por detrás de Jannik y Carlos.
ZVEREV, A POR EL PRIMER GRANDE; MEDVEDEV Y COMPAÑÍA, A SORPRENDER
El cuarto en discordia parece un Alexander Zverev que mostró problemas de espalda en la United Cup, pero que afronta 2025 con la confianza ganada el año pasado. Su manifiesta regularidad y consistencia, amén de alguna fantástica actuación ante los tres favoritos, son buenos argumentos para un tipo que, eso sí, aún tiene mucho que demostrar en las instancias finales de un Grand Slam. Australia es refugio fantástico para sus bombas al servicio y sus grandes planos, sobre todo cuando encuentra los paralelos: no le servirá, eso sí, con una sola actuación de sobresaliente como la que firmó ante Carlos en 2024, puesto que el circuito le ha demostrado que para ganar un Major hay que derribar a al menos dos gigantes.
Olvidado por el mundo también aparece un Daniil Medvedev que ha perdido su lugar en el top-4, pero que es un experto a la hora de afrontar citas en Melbourne. Es el Grand Slam donde más espinas acumula, y quizás el perfil bajo con el que parte en esta edición, sumado a su reciente paternidad y más que necesaria desconexión en las últimas semanas, sea una buena noticia para él. Eso sí, dependerá y mucho de un cuadro que podría emparejarle, como ya ocurrió en 2024, con Sinner y Alcaraz en su mismo lado... o, por el contrario, con Zverev y Fritz, claro.
En esa segunda fila de espadas existen nombres que podrían aprovecharse de una gran acumulación de estrellas en un lado del camino. Alex de Miñaur querrá romper su mejor marca abrigado por el calor de la afición local, Casper Ruud quiere demostrar que los inicios lentos ya son cosa del pasado, Taylor Fritz buscará volver a reivindicarse desde su mejor posición histórica, y nombres como Grigor Dimitrov, Stefanos Tsitsipas, Andrey Rublev o Tommy Paul, reverdecer laureles de anteriores buenas actuaciones en Melbourne.
TAPADOS Y NOMBRES A SEGUIR
Más lejos, claro, aparecen nombres con los que nadie querrá cruzarse. El cambio radical de rumbo de Hubert Hurkacz inspira cierta confianza tras lo visto en la United Cup, donde firmó uno de los mejores partidos de la primera semana del año ante Fritz; también lo hace la potencia de un Jiri Lehecka que es especialista en esta gira australiana (sus dos títulos y su único cuarto de final en un Slam llegaron en el mes de enero). Si nos vamos más atrás, las posibles terceras rondas de los favoritos están llenas de auténticas minas, desde Tomas Machac hasta Giovanni Mpetshi Perricard, pasando por el matagigantes Popyrin o por los impredecibles Cerúndolo o Aliassime.
Por otro lado, más allá de los cabezas de serie existen auténticos dolores de muelas que podrían hacer saltar varias alarmas en primeras rondas. Jakub Mensik ya mostró sus credenciales el año pasado, y su evolución nos hace pensar que es peligrosísimo en cualquier circunstancia; nombres como Nico Jarry, Matteo Berrettini o Jan-Lennard Struff pueden causar estragos si tienen el día con el servicio, Pablo Carreño o Alejandro Davidovich querrán volver a sus mejores versiones y la fase previa podría exportar talento a raudales de la mano de nombres como Joao Fonseca, Mattia Bellucci o Martín Landaluce. En definitiva, a Australia se asoman las mejores raquetas del mundo, con descanso y frescura suficientes para traernos un show de primera calidad. Echábamos de menos el tenis... y el primer plato del 2025 es gourmet. No se lo pierdan.