Detrás del éxito de cualquier tenista profesional se esconden cientos de factores que convergieron a lo largo del camino. En el caso de Aryna Sabalenka, una de esas piezas se llama Anton Dubrov, el hombre que la entrena desde hace cuatro temporadas, aunque hace más de diez años que se conocen. En una entrevista con Arab News, el bielorruso analiza la evolución de su jugadora en los últimos doce meses, incidiendo sobre todo en por qué su segundo aterrizaje en la cima del ranking WTA no se parece en nada a cuando lo lograron por primera vez.
“Creo que mentalmente está más preparada”, asume Dubrov, su técnico de confianza desde 2020. “No creo que pueda mantener todo el rato el Nº1 del mundo, honestamente, pero creo que ahora está más madura para entender lo que necesita hacer una vez alcanzas estos niveles. Lo que no puedes hacer es obsesionarte con permanecer ahí, lo único que puedes hacer es pensar en tu próximo partido. Ser la Nº1 significa que todas jugarán contra ti como si no tuvieran nada que perder, sacando su mejor versión. En su caso, lo normal es sentir ese estrés, pero hay que ser consistente todo el tiempo”, asegura el entrenador de tan solo 29 años.
Muchos recordará la primera llegada de Sabalenka al Nº1 del mundo allá por septiembre de 2023, una estancia en lo más alto que apenas pudo saborear durante ocho semanas, las que tardó Iga Swiatek en conquistar las WTA Finals y poner en orden las cosas. En esta ocasión, la bielorruso se sentó en el asiento principal el pasado mes de octubre y ahí seguirá durante bastante tiempo, ya que ahora mismo goza de una brecha de más de mil puntos sobre la polaca. La comparación entre los dos escenarios es inevitable, así que es momento de escuchar a Dubrov para entender qué aprendió la de Minsk en este 2024.
“En su caso, la clave se trata en encontrar la manera de adaptarse a todas las situaciones, ahora mismo Aryna es mucho mejor manejando este aspecto”, reconoce su entrenador. "Ella entiende incluso cuando no está a su mejor nivel, creo que esto fue lo que sucedió este año en China, donde no jugó su mejor nivel porque llegaba muy cansada al final de temporada. ¿Qué fue lo que hizo? Se adaptó a la situación y aceptó que, incluso en esas circunstancias, es capaz de sacar un gran nivel de juego y encontrar el camino”, recuerda Anton.
Fue el abuelo de Dubrov quien conectó sus vidas para siempre hace diez años, cuando ejercía de capitán de un equipo de chicas sub14 en Bielorrusia. Desde entonces siempre mantuvieron el contacto, empezando Anton con una labor de hitting-partner para luego convertirse en su entrenador principal cuando el puesto quedó vacante. En esa silla se pudieron haber sentado muchos exjugadores y referentes del mundo del tenis, pero Sabalenka siempre confió en su amigo. La lealtad, la confianza y tener las cosas muy claras han sido los pilares para reforzar constantemente esta relación.
“Tuvimos una conversación durante 2022, el año que cometió tantas dobles faltas. Ahí fue cuando dimos con Gavin MacMillan para que nos ayudara”, recuerda el bielorruso sobre la etapa de mayor presión. “La cuestión es encontrar siempre una manera de mejorar; de lo contrario, ¿para qué trabajar juntos? Hoy seguimos en esa misma dirección, con un entorno muy estable, pero lo principal siempre es su tenis. Cada uno cubre su parcela, queremos seguir progresando, pero si no se cumple esto habrá que sentarse y buscar un nuevo enfoque. Las cosas cambian muy rápido en el tenis, hay que pensar rápido porque cada semana tienes que demostrar por qué eres la Nº1”, concluye.
UN DESAFÍO PARA 2025
Después de conquistar tres Gran Slams y asaltar el Nº1 del mundo en dos ocasiones, la sensación es que la fiesta de Aryna Sabalenka solo acaba de empezar, aunque todavía quedan globos por hinchar. ¿La veremos pronto dominando en superficies naturales con la misma soltura que lo suele hacer en pista dura? Aquí chocamos de lleno con uno de los principales objetivos marcados de cara a 2025, la intención de ampliar ese territorio más allá del Open de Australia, el US Open y concursos similares.
“Para nosotros ese es el mayor desafío como equipo, manejar esas transición a través de la preparación”, apunta Dubrov sin dudar. “Entre Roland Garros y Wimbledon siempre viene una etapa muy apretada, son superficies diferentes, así que todo se basa en cómo lidies con el calendario, cómo te prepares y cómo te adaptes. Ahora lo está haciendo mucho mejor, le vemos con oportunidades en todas las superficies, pero todavía tiene que centrarse y gestionar cada detalle previo al torneo. Lo importante es darnos esas oportunidades”, sentencia el técnico.