Málaga ya está engalanada para la disputa, por tercer año consecutivo, de unas Finales de la Copa Davis 2024 muy especiales. Lo son por varios motivos: en primer lugar, España vuelve a formar parte de un evento del que se quedó fuera en la pasada temporada, y lo hará, además, en una ocasión que servirá para homenajear y despedir a Rafael Nadal. El manacorí es la gran atracción de un torneo que será su punto y final en el circuito profesional, y las esperanzas de volver a verlo en cancha se mezclan con la ilusión de volver a conquistar la Ensaladera.
No será tarea fácil, desde luego, pero Rafa no acarreará con el mayor peso del equipo. Esa tarea, de la que el manacorí se ha encargado en multitud de ocasiones, pasa ahora a estar sobre los hombros de un Carlos Alcaraz que llega a Málaga recuperado de las molestias en el estomágo, con ganas de resarcirse tras sus caídas en Turín y, por supuesto, poner un sello más a un pasaporte en el que ya colecciona multitud de trofeos. Roberto Bautista, perenne gregario de lujo y con experiencia en ganar puntos decisivos en esta competición; Marcel Granollers, doblista élite que podría jugar un papel fundamental, y Pedro Martínez, comodín para varias modalidades y en crecimiento gradual, completan una convocatoria de plenas garantías que solo aspira a un objetivo: el título.
EL POSIBLE CAMINO DE ESPAÑA HACIA EL TÍTULO
La primera contrincante para el equipo español será una siempre competitiva Países Bajos. Excepcional el subidón competitivo que han logrado en las últimas temporadas, liderado por un Tallon Griekspoor que ya es cara habitual de las grandes plazas del circuito. El problema para Tallon es que jamás le ha ganado un set a Alcaraz en los cuatro partidos en cuadro final ATP que han disputado, demostrando que la variedad y potencia del murciano podrían ser una tarea demasiado complicada para él y reduciendo las esperanzas de los neerlandeses a los duelos entre números dos y el dobles. Ahí, quizás, las fuerzas se igualen, aunque Roberto Bautista partiría como ligeramente favorito ante Botic van de Zandschulp (o, quién sabe, ¿será la oportunidad de que Rafa dé ese paso adelante y sume un triunfo más antes de su retirada?) y Koolhof, su doblista estrella, ya sabe lo que es perder ante dos españoles (haciendo pareja con Griekspoor cedieron en los Juegos ante Nadal y Alcaraz).
No es, pues, menospreciar al conjunto tulipán si afirmamos que España parte como gran favorita de cara a la eliminatoria de mañana, con una diferencia sustancial, sobre el papel, en cada duelo de la eliminatoria. En semifinales, a priori, se vislumbra un horizonte también prometedor para el combinado nacional: Canadá no contará con Felix Auger-Aliassime y tendrá que confiar en el joven Gabriel Diallo (#86 del mundo) como segunda espada, mientras que Alemania echará de menos a Alexander Zverev y se aferrará a buscar algún punto de individuales para hacer valer su pareja de dobles (Krawietz/Puetz vienen de proclamarse campeones de las ATP Finals).
UNA PARTE ALTA DEL CUADRO CARGADA DE EQUIPAZOS
La dinamita se reparte -casi- a partes iguales en una parte alta del cuadro con candidaturas más que sólidas al título. Emerge Italia, campeona defensora de la Ensaladera, con un equipo soñado: Jannik Sinner como líder de una escuadra que cuenta con Musetti y Berrettini como escuderos y, por si fuese poco, una sólida pareja de dobles (Bolelli/Vavassori). No contarán, eso sí, con un Lorenzo Sonego que fue fundamental en la conquista del 2023, brillando en el dobles junto a Jannik para derrotar a la Serbia de Novak Djokovic.
Comenzarán su andadura los italianos ante Argentina, que quizás parte con un papel de Cenicienta que podría motivar sobremanera a una generación de jóvenes (pero sobradamente preparados) tenistas. Será presumiblemente la última capitanía de Guillermo Coria, que seguramente fiará sus posibilidades a ganar la eliminatoria de "doses" (Etcheverry o Cerúndolo pueden sorprender a Musetti o Berrettini) y confiar en su experimentada pareja de dobles (Máximo González y Machi Molteni, sin Horacio Zeballos).
No den por hecho, eso sí, que el finalista saldrá de dicha eliminatoria. Esperarían en semifinales dos escuadras hambrientas, con equipos muy jóvenes y de una profundidad envidiable. Estados Unidos vuelve a las Finales de la Davis (fue la otra gran ausencia de 2023) y lo hace con una tripleta integrada por Taylor Fritz, Tommy Paul y Ben Shelton, todos ellos con grandes capacidades bajo techo y con juegos que se adaptan, sobre el papel, a las mil maravillas a la superficie. Y, por si fuera poco, el binomio encargado de cercenar los sueños de Nadalcaraz en París, con Ram y Krajicek como bastiones de cara a la eliminatoria de dobles.
Abrirán fuego contra la nación posiblemente más infravalorada de esta competición. Australia siempre compite a pesar de no entrar en las quinielas de favoritos, con una ilusión especial cada vez que sus jugadores se enfunden la green and gold. Es habitual verles elevar su techo en la Davis, y la inclusión a última hora de Alex de Miñaur les coloca en una nueva dimensión, con posibilidades reales de dar el campanazo ante los estadounidenses. Es una eliminatoria de pronóstico reservado entre dos equipos con la versatilidad suficiente como para llevarse la Ensaladera a casa.
Sinner y Alcaraz, la retirada de Nadal, la vuelta de Estados Unidos, la ilusión de volver a jugar en casa y la libertad de escuadras que no parten entre las candidatas al título. Son unas Finales de Copa Davis absolutamente apasionantes, el broche de oro ideal a una temporada tenística que ha anunciado un cambio de tercio en lo más alto del circuito. ¿Se seguirá la tónica en la competición por equipos más grande de nuestro deporte? Lo descubriremos a lo largo de la semana.