
Cuado me reúno con Joan Bosch (Ciutadella, 1975) en los rincones de la Caja Mágica se me pasan varias preguntas por la mente. Sé que tengo que preguntarle por Alexandra Eala, su pupila, una chica que viene de hacer semifinales en Miami con tan solo 19 años. El cuerpo me pide preguntarle también por Carlos Moyá, jugador al que entrenó durante siete temporadas, combinando una gran relación personal y profesional. La pregunta por su labor en la Rafa Nadal Academy ni se discute, esa es obligatoria. ¿Algo más?
Por suerte para mí –y para vosotros que lo leéis–, Joan no tiene ninguna prisa por terminar la entrevista, permitiéndome bucear en temas más complejos como la metodología de trabajo, la formación de profesionales o el cuidado de las expectativas. Su discurso arroja experiencia, aunque también cierto pesar por ver cómo ha cambiado la sociedad y, con ella, la industria del tenis. Menos mal que mañana les espera Iga Swiatek en la Pista Manolo Santana del Mutua Madrid Open, un partido para olvidarse de estos temas y soñar con otra victoria memorable.
Se respira mucha ilusión en el nombre de Alexandra Eala, ¿cómo hacéis para protegerla de toda esa expectativa?
En la Academia tenemos claro que es un proyecto especial, porque además lleva la marca de la Rafa Nadal Academy, desde que llegó con 12 años. Si no lo viéramos con esa ilusión es imposible que funcione. Alex es joven, tiene talento y muchas cosas que mejorar, que al final es lo que nos gusta a los entrenadores. A veces cuando nos traen un jugador muy hecho no sabes bien qué decirle. Con todo lo que falta por mejorar, es normal tener esa tendencia de mirar más allá para ver dónde podemos llegar.
¿Cuándo empiezas a trabajar con ella?
Desde 2023, me acuerdo que hizo un buen final de temporada y eso nos sirvió para jugar la Qualy de Australia al año siguiente. Por suerte, esta temporada ha sido capaz de obtener este buen resultado en Miami y ahora está con el ranking que está.
Llegaste tú y la cosa fue para arriba.
El proyecto va bien, pero el motivo no soy yo, confío mucho en todos los entrenadores que hacen su trabajo en la Academia, gracias a ellos yo puedo estar implementando cuatro detalles en estos torneos. Sí es verdad que tengo la experiencia vivida con Carlos Moyá, pero tampoco necesitaba volver a estar con un jugador de élite, estoy muy cómodo trabajando en la Academia con cualquier perfil. Para mí fue una sorpresa conseguir lo que conseguimos en Miami, siempre supe que ella podía estar top100, pero fue todo muy rápido.
No seas modesto, al entrenador siempre le cuesta hacerse cargo de los éxitos de su jugador.
Mira, yo estoy de Head Coach en la Academia por las mañanas, tengo unos 70 niños a mi cargo y soy el mismo con todos, pero no he conseguido que todos hagan semifinales de Miami. No es modestia, es sentido común. Un buen entrenador ayuda mucho, en ese te doy la razón, por eso apostamos mucho por formar a los entrenadores. Luego es importante encontrar a esa persona que tenga la motivación y ubicarla en un proyecto en el que crea. Yo confié en Alex desde el principio, aunque Toni Nadal fue el primero que me lo propuso. Ella es una persona muy inteligente, muy fácil de entrenar, aunque también es verdad que todo le va muy bien.

Imagino que a esta gente se le ve rápido el factor X.
Si tienes experiencia y entiendes el tenis, lo ves…
… ¿qué ves?
Son varias cosas, si coges a todos los buenos y sacas un rasgo general, para empezar son ganadores, suelen ganar, esto es algo que no se enseña. Eala, por ejemplo, ganó Les Petits As. Con 13 años, tú veías a Rafa Nadal jugando y era increíble lo bueno que era, no perdía un partido contra nadie de su edad. Desde esa etapa ya ves cositas, pero la realidad en la que confluyen es que ganan. Después ya ves cómo trabajan, la inteligencia, Alex es una persona muy inteligente dentro de la pista. Es competitiva, pero va a la pista para aprender, es muy racional. Hay también unos baremos psicológicos que, si hiciéramos un estudio de cosas concretas, verías que la mayoría de los buenos tienen rasgos que los demás no tienen. Con Alex vimos siempre estos detalles, ahora es cuestión de trabajarlos.
Pero a esas edades ganan muchos… y luego pasa lo que pasa.
Ganan muchos… pero Les Petits As no lo ganan muchos. Los Grand Slams Junior tampoco lo ganan muchos. Normalmente, los que ahora están arriba, de juniors ya fueron muy buenos. Hay que ganar y hay que ver a quién ganas. Con Alex estoy contento no porque haya hecho semifinal de un WTA 1000, es que lo ha hecho ganando a gente muy buena. Eso tiene mucho valor, se lo ha creído dentro de la pista, jugando bien cada ronda y sin arrugarse, multiplicando sus ganas de trabajar. En ese sentido, no solo es ganar.
¿Cómo fueron los días después a Miami? ¿Mucho ruido?
Como todo en la vida, lo mejor es no reaccionar demasiado antes estas cosas, tomarlo de una forma normal.
Eso es fácil decirlo.
Pero ya no tengo 20 años, por desgracia (risas). Con Moyá lo viví muy de cerca, también tuve muy de cerca a Rafa Nadal, además en la Academia llevamos un equipo de marketing que estos temas los gestiona a la perfección. El éxito hay que llevarlo con normalidad, por eso digo que el jugador tiene que ser inteligente. Tú puedes ganar a un jugador muy bueno, pero luego tienes que poner el contador a cero otra vez, esto es un rasgo que tienen los más inteligentes. Sin ir más lejos, Alex en Miami ganó a Ostapenko, Keys o Swiatek… pero la semana anterior había perdido con la #268 del ranking.

El tenis es maravilloso por cosas así.
Y por eso cuando pierdes debes tener esa humildad tenística. Cuando uno mejor que tú perdió contigo… ¡ahí no lo ves igual! Rafa lo explicó muy bien en su momento: hay que valorar igual las derrotas que las victorias. Lo que pasa es que esto es dificilísimo.
Quiero preguntarte por la Rafa Nadal Academy, donde cada niño trabaja con el sueño de ser el nuevo Rafa Nadal. Seguro que os habrá tocado explicar más de una vez que esto no es posible.
Es unO de los aspectos más importantes que tenemos sobre la mesa, con Toni (Nadal) siempre ando discutiendo de estos temas. Todos los jugadores vienen con la idea de ser mejores pero, durante el proceso, tus metas cambian. No todos pueden ser top10, ahí es donde entra nuestra ayuda para que todos puedan tener una vida tenística después de la Academia. Nuestro objetivo principal es que todos tengan un gran recuerdo, que cuando hablen de nosotros, hablen bien. Buscamos tener mucha empatía con cada niño, escucharlo y guiarlo por el camino del profesionalismo, el del college universitario o estudiando en otro lugar. Es una situación difícil, pero tenemos claro que los jugadores que vienen a la RNA vienen para ser mejores. En estos ocho años, lo que más me preocupó es que viniera un jugador con una derecha y se fuera teniendo una derecha peor, esto sí sería un error muy grande.
Entre Toni con Rafa y tú con Moyá, ¿alguna vez cometisteis el error de replicar lo que un día os dio éxito?
Totalmente, pero piensa que los niños que vienen a la Academia son más moldeables porque son más jóvenes. Al final, no puedes salirte de unos baremos si quieres ser bueno, tienes que reunir todos los golpes. Si tienes un jugador profesional, entonces la cosa cambia. Yo con Carlos (Moyá) intentaba que jugara lo máximo posible con el drive, pero ahora no puedo hacer lo mismo con otros jugadores. En la Academia tenemos una serie de ideas, un ADN que intentamos que todos cumplan, una cierta base, pero hablamos de jugadores entre 12 y 18 años, mucho más moldeables.
Después de tocar el cielo con Moyá, ¿te imaginas volver a vivir algo parecido con otro jugador?
Ojalá me pasara lo mismo, pero dudo que suceda. Carlos era prácticamente mi mejor amigo, por eso duramos siete años. Sus padres son como mis padres, esa realidad ya nunca volverá a darse. Yo estuve alejado del tenis profesional porque me gusta enseñar, pero cada vez es más difícil formar a los profesionales, hoy en día se hacen tantas cosas alrededor que no sé qué valor añadido puedo aportar. Hay jugadores que actualmente cuentan con 4 entrenadores, por ejemplo […] En el caso de Alex sí puedo trabajar lo que creo que hay que trabajar junto a Sandro, el otro entrenador.
Lo suyo sería perseguir un proyecto similar al de Moyá.
A mí me pasó todo lo contrario, después de estar con Moyá lo que quería era irme, porque sabía que no volvería a encontrar nada igual. Ahora veo el circuito y sí hay jugadoras que me gustaría entrenar, siendo Alex mi principal motivación
¿Qué sabemos de Moyá? ¿Volverá a entrenar?
Seguro que tendrá muchas ofertas, podrá elegir. Ahora tiene una familia, tiene un hijo que juega a tenis, tendrá que planteárselo bien. Es una persona muy racional, piensa mucho las cosas, si vuelve a meterse en algún proyecto es porque realmente cree en él.

Viendo algunas actitudes de las nuevas generaciones, no cualquiera tendría la paciencia para el puesto.
Los chicos de hoy en día escuchan menos, esto es una realidad. Tienen muchas más distracciones, imagínate con 50 años tener que trabajar con chicos que no te escuchan… es normal que haya menos motivación para hacerlo […] Así nos va, lo normal es que la gente acabe haciendo otra cosa, porque muchos no encuentran la manera de llevar a caso ese proceso de enseñanza. Ya nada es como antes, hace veinte años los jugadores estaban preparados para estar 2h entrenando sin esa necesidad de coger el móvil. Hoy en día, el que sea capaz de cumplir esto, tendrá una ventaja muy grande. Por supuesto, necesitará el resto de condiciones.
Menudo reto tenéis por delante…
El problema más grande del tenis actual es la concentración, saber concentrarse bien es fundamental. Está demostrado que la atención disminuye con los años, igual antes nosotros leíamos un libro durante 20 minutos, pues ahora quizá duran 20 segundos. Esto, sumado al día a día, provoca muchas bolas falladas por falta de atención, decisiones equivocadas… al final es estadística. Si Federer dijo que ganó el 54% de los puntos de toda su carrera, si tú no eres Federer y encima no cumples con lo anterior, lo normal es que no salgan los números.
Volviendo a Eala, ¿la ves con madera de top10?
Ahora mismo es jugadora top100, trabajaremos muy duro para que sea top10. Todos los que están en el circuito trabajan para esto, así que intentaremos trabajar mejor que ellos para lograrlo. Ha jugado contra jugadoras muy buenas del top10 y les ha ganado, este es el mayor aprendizaje que nos llevamos de Miami, por encima incluso de hacer semifinales. Ha demostrado un nivel muy alto y que puede competir contra jugadoras muy buenas.
Pinta a top10 de manual.
Nosotros creemos que es posible, pero es que de no creerlo no estaría aquí. El día que crea que hemos dado el tope, no habrá ningún problema para que otro que lo crea más que yo continúe este proyecto. De momento, pensamos que podemos dar mucho más.
A nivel de potencial, ¿está muy lejos de su techo?
En cuestión de medio año, si de 0 al 10 estábamos en un 4, ahora estamos en un 7. Ha dado un salto muy grande estos últimos seis meses, de hecho, ya lo noté en los torneos anteriores a Miami. Estuvimos dos semanas en Eslovaquia y hubo un partido que les dije al equipo: ‘Es el mejor partido que ha hecho Alex desde que está conmigo’. Pero claro, al día siguiente pierdes con alguien y se te olvida. Ha mejorado mucho este último año, pero en el tenis es muy importante tener ilusión, ambición y concentración. Puedes ser mejor jugador y caer en el ranking, así que tampoco quiere decir nada.

Ahora os toca contra Swiatek… otra vez.
Afrontamos este partido igual que el de Miami. Por números, la favorita es Iga, es la que tiene que tener el pensamiento de jugar contra la que ya perdió en Miami. Para nosotros es un partido de agradecimiento al Mutua Madrid Open por habernos dado una invitación, desde la RNA estamos muy contentos con esto, así que intentaremos aprovecharlo al máximo. Si nos ganan porque son mejores, entonces a seguir entrenando. Creo que podemos hacer un gran partido, podemos competir, a ver cómo manejamos la tierra que para nosotros es un hándicap mayor que para ella. Somos optimistas.
Este tipo de partidos, ¿en qué momento se empiezan a jugar?
El partido se empieza a ganar cuando empiezas a creer que tiene una posibilidad. Lo más normal es que se complique, de hecho, en Miami estábamos 6-2 y 2-0 arriba, era increíble, hasta que de repente nos pusimos 4-2 abajo. Aquí será igual o peor. Si tú no eres capaz de creer, lo normal es que aflojes en algún momento. Con nuestro juego deberíamos ser capaces de crearle una situación complicada, pero si Iga tiene un buen día sabemos que ella es la Nº2 y nosotros somos top70. Lo más normal que pueda suceder ya sabemos lo que es…
Menos mal que en el tenis no siempre se cumple la lógica.
Es que si no, te digo que mañana lo tendríamos complicado (risas). Somos conscientes de que, hasta día de hoy, Iga ha sido mucho mejor que nosotros, pero ya veremos lo que pasa.