
Cuando Paula Badosa volvía a sonreír dentro de una pista de tenis, cuando había cambiado las lágrimas de preocupación por las de felicidad, cuando se encontraba de nuevo entre las mejores tenistas del mundo, la espalda le volvió a echar el freno. La tenista española, actual número nueve del mundo, se ha visto obligada a parar por su maltrecha esa espalda, esa que tantos quebraderos de cabeza le ha dado desde que se fracturará una vértebra por estrés en el Masters 1000 de Roma en 2023.
Antes de este nuevo improvisto, la catalana regresó otra vez al top 10 tras un Open de Australia de ensueño, donde su amiga Aryna Sabalenka le apeó en semifinales. Pero las sensaciones fueron más que convincentes, teniendo en cuenta que eran sus primeras semifinales de Grand Slam y viniendo de dónde venía, cuando salió del top 100 en mayo del año pasado. Si 2024 fue el año de su caída y auge, el 2025 tenía que ser el de su confirmación: "Quiero dar un paso más en los torneos de Grand Slam, volver al top-10 y consolidarme ahí, así como disputar a final de año las WTA Finals", confesaba a inicios de temporada.
Volvió la pesadilla
Sin embargo, y tras un irregular paso por la gira de oriente medio, la pesadilla de su espalda volvió a reaparecer a principios de marzo, concretamente en el WTA 500 de Mérida. Lo que empezó como una simple ausencia por precaución, terminó con su baja en Indian Wells y su retirada en los octavos de final de Miami Open.
"Como sabéis me tuve que retirar de Miami y los siguientes torneos. Es muy duro tener que lidiar con todas las molestias, el parar y tener que volver al nivel más alto cada vez. Ahora toca volver a pasar por el proceso de recuperación otra vez. Espero veros pronto", rezaba el comunicado que lanzó a través de sus redes sociales.
La confirmación de su recaída cayó como un jarro de agua fría para sus seguidores que además de ver como se paraliza la ascensión de la española, hace que la tenista reviva ese mal trago de 2023, dónde coqueteó con la retirada: "Fue muy duro. Algunos días me gusta quedarme a solas con mis pensamientos y vuelvo a aquellos momentos. El simple hecho de recordarlo se me hace duro, fue muy doloroso. Estuve muy cerca de retirarme", recordaba a principios de año.
Sin fecha de regreso
El mensaje no invita al optimismo porque hasta la propia Badosa no aclara el tiempo que estará de baja. Ya sea por precaución o por desconocimiento, la española prefiere ir día a día, paso a paso, como ya hizo hace un año para recuperar más de cien posiciones.
Y en estas circunstancias llega a la gira de tierra batida, donde defiende los dieciseisavos de Roma y la tercera ronda de Roland Garros. Será su espalda la que dirá en que estado se encontrará, pero si hay algo cierto es que Badosa lo va a intentar una vez más. Porque en su diccionario no existe la palabra ‘rendición’ y porque han sido tantas las veces que ha tenido que empezar de cero que ya conoce el camino a la perfección. "Niña tú naciste con un gran don. El de no darte por vencida ante nada, el de hacer grandes cosas en la vida. Estás bendita; el cielo es tuyo; y el universo también", rezaba la última publicación de la española, citando palabras de psicólogo y escritor Kristian da Rivas.
Ave fénix🐦🔥 pic.twitter.com/gbc2k6TLft
— Paula Badosa (@paulabadosa) March 25, 2025
La incertidumbre por el futuro tenístico de Badosa se vuelve a abrir, pero la esperanza de la española en volver a darle la vuelta a la situación le hará volver al lugar del que nunca debió marcharse, por mucho que su espalda no le deje brillar.