
La vida es cíclica y el tenis se empeña en crear historias de gran rivalidad entre jugadores diferentes entre sí destinados a desafiarse mutuamente por la gloria. Muchos pronosticaban el fin de este deporte con el ocaso del Big 3, pero lo cierto es que el surgimiento de Sinner y Alcaraz fue visto como un milagro por lo que, ¿cómo interpretar la posible gestación de una nueva era con Joao Fonseca y Jakub Mensik en cabeza?
Tan solo un año separa sus edades, tienen estilos y personalidades contrapuestas, pero ambos se afanan por demostrar que el tenis puede vivir un futuro impecable. Muchos soñaban con el surgimiento de un nuevo Big 3 cuando el original, el único, genuino y aparentemente insuperable tocara a su fin, pero la realidad supera cualquier ficción y el tenis hace una ofrenda en forma de jóvenes estrellas dispuestas a revolucionar este deporte. Jakub Mensik está madurando a una velocidad imponente, mientras que Joao Fonseca bate récords de precocidad y hace estremecerse a cualquiera ante su nivel de juego, carácter e intangibles.
Muchos denuncian la falta de atención mediática recibida por Mensik, un hombre que con menos de 20 años, se ha garantizado ya irrumpir en el top-30 del ranking ATP. El salto de calidad que ha dado el checo entre los 18 años y 6 meses y su actual edad es impresionante, perfectamente comparable a lo que hicieron hombres como Djokovic y Sinner. Frío, tímido, de perfil bajo y procedente de un país poco poblado, la proyección en medios de Jakub ha sido mucho menor a la de un Fonseca que enamora a las masas.
- Mensik ha evoluciona de forma imponente desde los 18 años y 6 meses hasta su edad actual, mientras Fonseca está destacando a una edad más temprana
No es para menos. El rendimiento del brasileño en sus primeras etapas como profesional ha sido brillante. Muchos de sus logros hasta los 18 años y 6 meses que tiene ahora, son perfectamente equiparables a los de Alcaraz, e incluso a los de Nadal, haciendo un ejercicio de abstracción necesario para entender la dificultad mayor que tienen hoy en día los jóvenes para destacar a edades precoces, dada la importancia del físico en este deporte y la gran cantidad de jugadores experimentados que frenan los ímpetus de los noveles.
Sin embargo, Joao se las ha apañado para ganar un título ATP, facturar numerosas victorias en torneos de primer nivel y, sobre todo, enamorar a todos los que le han visto jugar. Rebosante de carisma, con un juego tan eficaz y rotunda como preciosista, y con esa conexión con la grada que tan solo unos pocos privilegiados logran generar, el brasileño apunta muy alto.
Hay señales evidentes como para pensar que el final definitivo del Big 3, cuando Djokovic se retire, será mucho menos dramático de lo esperable. Jannik Sinner y Carlos Alcaraz prometen una rivalidad de estilos y personalidades muy distintas, como también pueden hacerlo Joao Fonseca y Jakub Mensik. Solo falta ver si el brasileño evoluciona tanto y tan bien como lo ha hecho el checo en antes de cumplir 20 años y si este logra seguir creciendo y se consolida como una alternativa real y consistente al poder establecido.