
Vivimos tiempos interesantes y difíciles de interpretar en el circuito ATP, a medio camino entre el final de una era gloriosa, la posible gestación de un Big 3 contemporáneo que vuelva a dominar con puño de hierro y la sensación de que toda una generación de tenistas ha visto pasar ya sus mejores oportunidades de prevalecer. En río revuelto puede haber ganancia de pescadores para algunos tenistas que exploren sus límites.
Siempre se tuvo la sensación durante los años de mayor esplendor del Big 3 de que se estaba viviendo una etapa irrepetible en la historia del tenis. Murray, Ferrer, Del Potro, Wawrinka, Cilic, Nishikori, Berdych, Dimitrov... Todos ellos intentaron por todos los medios romper con la hegemonía de los tres mejores tenistas de todos los tiempos y ofrecieron un nivel de tenis antológico que no se vio recompensado en forma de títulos como hubiera merecido. Cundió el desánimo durante años entre los aficionados por lo imposible que sería sostener esa excelencia, pero los períodos de "entreguerras" ofrecen posibilidades de éxito a muchos tenistas y hacen que sea apasionante el circuito por la dificultad de hacer pronósticos.
- El circuito ATP está muy abierto con Sinner sancionado y Alcaraz en horas bajas, pero eso puede cambiar en poco tiempo
Podemos decir sin miedo que nos hayamos en uno de esos paréntesis que se insertan entre el tramo final de una era, de la que Novak Djokovic, Monfils y Dimitrov son los últimos reductos, la consolidación de una llamada a revolucionar este deporte y que ha sentado ya unos cimientos sólidos, con Jannik Sinner y Carlos Alcaraz como grandes exponentes, y la gestación de una generación incipiente que muestra un potencial arrollador, con Joao Fonseca y Jakub Mensik como estandartes. Ya es tarde para algunos y pronto para otros en su anhelo de dominar con puño de hierro, por lo que surgen oportunidades para muy diversos jugadores.
Lo lógico sería pensar que los nacidos a finales del siglo XX encontrarían su gran momento ahora, pero los Zverev, Medvedev, Rublev, De Miñaur, Fritz, Ruud, Tsitsipas, Paul o Tiafoe no terminan de dar el paso. Tienen el nivel necesario para triunfar esporádicamente, pero no para dominar. Es una etapa perfectamente asimilable a la vivida entre el ocaso de Sampras y Agassi, y el inicio de la etapa dorada de Federer. Así pues, podemos estar ante un momento de oportunidades de oro para tenistas que, quizá dentro de poco tiempo, vean cómo los grandes torneos son coto privado de caza.
Uno de ellos puede ser Jack Draper, quien ha sabido aprovechar ya esta coyuntura con su título en Indian Wells. Si bien es cierto que el británico aspira a ser algo más que un animador del circuito y campeón puntual de algún gran torneo, parece estar un peldaño por debajo de Sinner y Alcaraz, algo que también sucede con Holger Rune, Ben Shelton y Arthur Fils, otros tres jóvenes rebosantes de talento. Lorenzo Musetti, Félix Auger-Aliassime y Denis Shapovalov son otros de los que deberían aprovechar estos próximos meses para poner coto al top-10, aprovechando el mal momento de muchos de los que pueblan ese lugar de privilegio actualmente.
- Hay motivos para pensar que muchos integrantes del actual top-10 se caerán de ese grupo en favor de otros
Tampoco se puede desdeñar el rol que puedan jugar Tomas Machack, Jiri Lehecka, Sebastian Korda, Giovanni Mpetshi-Perricard o Alex Michelsen, jóvenes que necesitan madurar rápidamente para aprovechar las grietas que aún haya en los mejores de su generación en cuanto a consistencia. Es un escenario muy prometedor también para Matteo Berrettini, quien debería aprovechar su experiencia para retornar a un top-10 al que parece destinado cuando está sano.
En definitiva, muchos nombres de jugadores capaz de cualquier gesta en una semana de inspiración, pero faltos de la consistencia necesaria para luchar con garantías por la gloria cuando se arme una nueva etapa de dominio feroz por parte de algunos de los mejores que ya asoman. El tenis masculino está en una etapa tan impredecible como interesante, que puede ser vista como una oportunidad de oro por parte de numerosos jugadores.