Swiatek, el juguete favorito de Ostapenko

La letona supera por quinta ocasión a la polaca para meterse en la final del WTA 1000 de Doha. Momento delicado para Iga, que no gana un título desde Roland Garros.

Fernando Murciego | 14 Feb 2025 | 16.28
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Jelena Ostapenko supera a Swiatek y se mete en la final de Doha. Fuente: Getty
Jelena Ostapenko supera a Swiatek y se mete en la final de Doha. Fuente: Getty

Pues sí, amigos. Ha vuelto a pasar. Jelena Ostapenko ha derrotado esta tarde a Iga Swiatek en las semifinales del WTA 1000 de Doha, algo que ya no debería ser ni noticia. Era la quinta vez que se enfrentaban y, una vez más, la letona se quedó con la victoria. En otra actuación memorable, deteniendo el reloj en 70 minutos y cortando una racha de quince triunfos consecutivos de su rival en este torneo. El marcador no admite dudas (6-3, 6-1), la que sí se marchará con dudas es la polaca, vigente tricampeona del evento, quien dejará libre su trono para ver cómo otra compañera lo ocupa mañana. La Nº2 del mundo, que no levanta un título desde el pasado Roland Garros, no ha encontrado paz ni siquiera aquí, en uno de sus plazas predilectas.

Mientras veía a las jugadoras calentar era inevitable pensar por enésima en el cara a cara entre ambas, posiblemente el H2H más brutal del actual circuito femenino. ¿Cómo una jugadora tan buena como Swiatek no había podido vencer a Ostapenko en cuatro oportunidades? ¿Qué se escondía detrás de ese alarmante 0-4? Evidentemente, no vamos a descubrir a estas alturas los peligros y virtudes de la tenista de Riga, pero con esas mismas herramientas lleva navegando desde 2017 en busca de un segundo título de Grand Slam que confirme que el primero no vino por un golpe de fortuna. La cuestión es que esta rivalidad hace tiempo que viene decantándose por cuestiones más allá de las puramente deportivas. Esto lo supimos en apenas dos minutos de reloj.

Primer juego del partido, al servicio Iga, primer break del partido. Conociendo a la polaca, su estilo agresivo y el ritmo infernal que impone desde el inicio, no puede ser casualidad que nada de esto funcione cuando aparece Ostapenko al otro lado de la red. Mientras que una entraba a la pista con dudas, malos recuerdos y cierto miedo escénico, la otra saltaba totalmente liberada, sin nada que perder, pero con un historial tan favorable que casi te empuja sin pensar por el camino correcto. El primer set fue un 6-3 en 35 minutos donde Jelena reflejó lo duro que es robarle la iniciativa, y aquí ya no solo hablamos de Swiatek. Cualquier jugadora del mundo que se enfrente a la letona en estado de gracia sabe que va a pasarlo muy mal. En el caso de la Nº2 del mundo, lo va a pasar horrible.

Conociendo a Swiatek, uno tiende a pensar que ningún marcador podrá quitarle el aliento, que siempre aguantará en pie, esperando el momento, buscando el lugar, pero hay días en los que tocas en hueso. Ya no es una cuestión de actitud o de estrategia, es la sensación de estar completamente a merced de tu oponente. ¿De verdad que una de las tenistas más generacionales y con multitud de récord no es capaz de encontrar la manera de vencer a Ostapenko en cinco oportunidades? Pues se ve que no. Solo hay algo más peligroso que Jelena Ostapenko dentro de una pista de tenis: Jelena Ostapenko con confianza. Así fue como siguió remando a base de golpes ganadores, agrietando cada vez más una fisura ya incurable. El segundo set, para lástima de los allí presentes, tuvo todavía menos cuerda que primero.

UNA JUGADORA INCOMPRABLE

Si nos metemos en el vestuario actual no encontraremos a nadie como ella. Por estilo de juego sobre todo, pero también por ese espíritu de campeona que le hace crecerse en momentos como el de hoy. Antes la jugadora más dura de todo el circuito, la mejor restadora, esa que te ahoga en cuanto empieza a sacar su ritmo… una victoria en 70 minutos, suficiente para accede a la tercera final de su carrera en un torneo de categoría WTA 1000. Por cierto, categoría que nunca conquistó, ya que cedió en las finales de Doha 2016 (ante Carla Suárez) y Miami 2018 (ante Sloane Stephens). Mañana será favorita, sin importar si el cartel la cruza con Amanda Anisimova o Ekaterina Alexandrova. Veremos cuánto cambia la película.