Novak Djokovic obtuvo el pase a semifinales del Open de Australia 2025 tras una demostración más de su grandeza histórica, siendo capaz de sacar adelante un desafío suprema como es vencer a Carlos Alcaraz. El resultado final fue de 4-6 6-4 6-3 6-4 en favor del serbio, que se enfrentará ahora a Alexander Zverev.
Una final anticipada, uno de esos partidos que se recuerdan durante mucho tiempo. Esas eran las expectativas en torno al choque de cuartos de final del Open de Australia 2025 entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, y una vez más, la realidad ha superado cualquier previsión. En un duelo generacional, de estilos y personalidades apasionante, la balanza terminó cayendo del lado del serbio, que dio una lección magistral de inteligencia competitiva y agranda su leyenda, más aún si cabe.
Desde los compases iniciales del primer set pudo verse a un Alcaraz con sensaciones mejorables en su tenis, encajando un break de salida y comprobando que jugar al ralentí y con margen no le iba a valer. Novak tampoco parecía boyante en su actividad de piernas y el conservadurismo de ambos igualó el marcador. El punto de inflexión se produjo mediado el parcial, cuando un movimiento del balcánico le generó molestias en un abductor. Con 4-4 solicitó el tiempo médico y no pudo sacar adelante ese juego al servicio merced a la presión constante del murciano, que vivió los mejores momentos de su encuentro ahí.
Las alarmas se disparaban ante las dudas del serbio en los desplazamientos, especialmente, hacia su derecha. Lejos de aprovecharlo, Carlos bajó mucho su intensidad de piernas y se topó con un 0-3 de salida en la segunda manga y, lo que era peor para sus intereses, un Djokovic muy metido en el encuentro y que encontraba buenas sensaciones con todos sus golpes, enroscando menos la pelota y siendo muy agresivo.
- Djokovic encontró un filón inagotable sacando a la derecha de Alcaraz
Salió a relucir la magia del español, que logró equilibrar el marcador y parecía poder dar un golpe casi definitivo sobre la mesa, coqueteando con el break en el noveno juego. Sin embargo, el serbio eludió esa situación límite y dio una lección magistral al resto luego, para hacerse con el set dando la sensación de haber jugado lejos de su mayor intensidad de piernas.
Emergieron en el tercer parcial todas las aristas tácticas que pueden decantar un partido de esta envergadura, con los jugadores carburando ya a pleno rendimiento y buscando resquicios en el contrario. Carlos intentaba cambiar ritmos con bolas altas de derecha cuando se veía dominado y dejadas precisas en el momento en que entraba en pista, mientras que Novak seguía atacando con tesón, mostrando una clarividencia absoluta al resto y encontrando reveses paralelos desequilibrantes cuando se desataban las batallas de fondo de pista.
Casi todas las dudas del murciano llegaban con su drive, siendo incapaz de dominar con la fiabilidad habitual, pero, sobre todo, cometiendo muchos errores al resto. Halló un filón Djokovic con saques abiertos en el lado del deuce, desplazando mucho a un Alcaraz que no tenía las sensaciones en su mano necesarias para gestionar ese golpe. Por su parte, el rendimiento con la derecha del balcánico mejoró ostensiblemente y fue él quien llevó la manija del partido. Hubo un intercambio de breaks hasta que, en el octavo juego, Novak el que, a la postre, sería definitivo.
- El español no tuvo la mejor lectura de juego por momentos y el partido se fue le fue en detalle
El espectáculo estaba totalmente desatado, pero no más que un Djokovic prácticamente inabordable. Consciente de la importancia de poner tierra de por medio en el cuarto set desde el inicio, salió a tumba abierta el balcánico y se erigió en un muro inexpugnable que repelía todos los ataques de Carlos con contundencia. El español estaba afanado en jugar con mucha potencia, pero se topaba con la respuesta inmisericorde de un Novak que no solo se puso con break de ventaja, sino que aguantó las embestidas del murciano en varias ocasiones, amparándose en el saque a la derecha del murciano.
No hacía más que subir su nivel de juego el español y se granjeó un prometedor 15-40 en el octavo juego, resuelto con entereza por parte de Nole. Concentración infinita de un ganador eterno para frenar a un Carlos Alcaraz incapaz de encontrr la manera de remontar a un gigante. Novak Djokovic está en semifinales del Open de Australia 2025 con todo merecimiento y sigue en busca de un 25º título de Grand Slam que le elevaría a un nivel jamás visto.