Pese a que uno se acerca ya a los 38 años y el otro todavía no cumplió los 22, el Novak Djokovic – Carlos Alcaraz se ha convertido casi en un clásico de los últimos años en el circuito masculino. Será la cuarta vez que se vean las caras en un Grand Slam. La primera en el Open de Australia. Este es un duelo con muchísimas cosas a extraer y analizar, y este nuevo enfrentamiento entre serbio y español atraerá las miradas de todo el mundo del deporte.
Novak ha sido noticia por lo sucedido con el periodista australiano que le faltó al respeto en directo. El de Belgrado no ha querido hablar con Channel 9 por ese motivo, y fue noticia su rechazo a charlar con Jim Courier tras ganar a Lehecka la ronda anterior. Sin quererlo, Djokovic ha recibido un extra de motivación para lo que le queda de torneo. Sus detractores todavía no se han enterado que querer ir contra él de esa manera solo hacen meterle gasolina en el tanque para que dé un extra más de lo que tiene dentro.
De esta manera, si Carlitos se iba a encontrar a un Novak muy motivado, no solo para ganarle a él tras dos derrotas seguidas en un Slam, sino para ganar su 25º grande, ahora tendrá que lidiar con un Djokovic ultra motivado por esos ataques recibidos. El español tendrá la difícil misión de ganar al serbio en su torneo predilecto, donde ha ganado 10 veces y cuando llega en una de sus mejores versiones en mucho tiempo, ya que el Nole de estos últimos días es, desde los JJOO, el que más garantías ofrece.
Las claves de Novak Djokovic para llegar a la victoria
Yendo a la parte más táctica y estrategia, el serbio necesitará hilar muy fino en su manera de afrontar el encuentro, ya que ganar al mejor de cinco sets a Alcaraz, a estas alturas de su carrera, supone un examen tremendamente complicado de superar. Pero, si hay alguien que es capaz de pasarlo, por mucho tiempo que pase, ese es Djokovic.
En primer lugar, al serbio le convendría sacar su versión más agresiva al saque. Necesita que sus juegos al servicio sean lo más cortos posible para que no se desgaste, de cara al plan que tendrá que ejecutar cuando esté al resto. Carlos está optando en este Open de Australia por restar muy metido en pista. Ha pasado de colocarse a una distancia medía de 2,5 metros por detrás de la línea, a apenas un metro cuando resta los primeros, y pasar a meterse dentro de pista más de un metro cuando resta los segundos.
Ante esta posición en el campo, Novak tendrá que afinar el punto de mira y tirar mucho a las líneas. Sobre todo, en los abiertos a la derecha de Alcaraz. Es decir, el abierto cortado en el lado del deuce y a la T, también con efecto hacia afuera, en el lado de la ventaja. Alguno podrá pensar que es una táctica kamikaze, sacarle a la derecha de Carlos, siendo éste su mejor golpe, pero lo cierto es que el murciano resta mejor de revés que de drive, y no hay mejor ejemplo que lo que pasó en la final de Cincinnati 2023, cuando Nole le sacó una y otra vez a la derecha, chocándose todo el rato Carlos con la bola, sin poder meterla dentro.
Con ese alto porcentaje de primeros dentro, encontrando las líneas, le permitiría ir con la dominancia de los puntos para cerrarlos en menos de cuatro intercambios. Así, el desgaste sería mínimo, evitaría esos juegos interminables de 15-20 minutos que ha encontrado las veces que se enfrentó a Alcaraz y que le desgastó mucho físicamente tanto en Wimbledon como en la final de los JJOO, para poder afrontar lo que le puede venir a lo largo de cinco posibles sets.
Luego, al resto, Djokovic debería meter mucha bola dentro, silenciando la nueva arma de Alcaraz al saque y llevar a Carlos a ese intercambio revés a revés, donde el español sufre un poco más. Sabe que si le arrincona en ese lado de la pista, jugando muy profundo, sacará de quicio a un Carlitos que se siente incómodo cuando los puntos se empiezan a alargar en esa zona de la pista. En muchas ocasiones, Alcaraz se verá obligado a jugarse un golpe ganador o tirar un revés paralelo que le será más difícil ejecutar. Es vital para Nole que su revés sea angulado, o correrá el riesgo de que Carlos se invierta de derecha y empiece a dominarle.
En el caso de que el punto se lo lleve el español a su terreno, de derecha a derecha cruzada, Nole tendrá que optar por una táctica parecida a la que optó las veces que se cruzó con él en tierra batida, es decir, sacar la mano hacia adelante e imprimirle un extra de potencia. Si no hace esto, Djokovic se encontrará a merced del drive de Carlos, que cuando se siente cómodo para tirarlo, apenas se puede contrarrestar.
No puede ceder pista ni dejar bolas cortas, ya que Alcaraz no duda un segundo a la hora de ir hacia adelante y cerrar los puntos en la red para ahogar a sus rivales. En ese ejercicio de profundidad constante, juego al revés y puntos medio-largos al resto, con un extra de agresividad cuando se encuentre al saque, Novak pondrá en serios aprietos a Carlos.
Las claves de Carlos Alcaraz para llegar a la victoria
Por su parte, el murciano sabe que este Djokovic es el Djokovic más peligroso que se va a encontrar en este torneo. Con su nuevo saque, Alcaraz no podrá titubear y las cuatro rondas anteriores le habrán servido de prueba para lo que le va a venir a partir de ahora en el torneo. Cualquier duda al servicio lo pagará muy caro ante uno de los mejores restadores de la historia de este deporte, si no es que estamos hablando del mejor.
Será vital para él, por tanto, entrar a pista enchufado y con intensidad, porque Nole sabe que el primer set es clave para el devenir del partido. No le puede pasar lo que le ocurrió el año pasado, cuando entró totalmente desconectado ante Zverev. Alcaraz casi ni se presentó en las dos primeras mangas y para cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Esto, ante un Novak que saldrá a morder desde el minuto 1, sería sentencia de muerte.
La primera clave es atacar los segundos de Djokovic. No puede ser contemplativo. Debe ir a por la profundidad y espacios. Lo está haciendo fenomenal en este Open de Australia 2025 y sería el primero de los huecos por el que puede colarse para hacer daño a Nole. En el partido ante Lehecka, el serbio dejó un último set con un porcentaje de primeros por debajo del 50%. Eso, ante un restador tan agresivo como Carlos, sería fatídico para él. Aprovechar los pocos segundos que le dé será esencial para el español.
Luego, con el punto en juego, a Alcaraz le convendría salir de la trampa de revés a revés cruzado y llevar el punto a su terreno, en el duelo de derechas. Ahí, el murciano debería imponer su mayor peso de bola y cambiar direcciones con el paralelo para hacer correr a Nole. Por ahí radica su posible éxito, en exigir una y otra vez a Djokovic en esos desplazamientos laterales, donde ya hemos visto que ha sufrido recientemente, para ir minando su moral poco a poco y que los 37 años le vayan pesando con el paso de los minutos.
No nos podemos olvidar de los cambios de velocidad de bola. En Wimbledon, Alcaraz ejecutó a la perfección esos cortados que le quitaban todo peso a la pelota. Al serbio no le gusta cuando debe ser él quien le imprima potencia, y se siente más cómodo usando la velocidad de bola rival para generar la suya, jugando al contragolpe. En Wimbledon, le desesperó a base de cortados y teniendo en cuenta que el partido se jugará de noche, donde la pelota va a botar muy bajo, puede ser una buena táctica para Alcaraz en momentos de dificultad, como cuando se vea arrinconado en su zona de revés.
Carlos tiene una gran ventaja en el aspecto físico. Lo normal sería pensar que si el duelo se va a las cuatro horas, su gran forma física se imponga sobre la de Djokovic. Le convendría un partido largo, por tanto, pero habría que aclarar que lo que no le convendría son demasiados puntos largos, aunque suene contradictorio. El mayor porcentaje de puntos se jugará en el intercambio 1-4, y ahí debe hilar muy fino a la hora de atacar y evitar demasiados errores. Si hace el partido físico, aunque sea a 4-5 intercambios, abriendo pista y haciendo correr a Nole, aunque no logre despegarse en el marcador, a la larga, eso será positivo para él.
Análisis en vídeo del Alcaraz-Djokovic
Estamos ante un duelo muy 50-50. Da igual cómo llegue uno u otro, siempre que hay un Djokovic-Alcaraz, cualquier cosa puede ocurrir. Las apuestas dicen que el español es favorito, pero ya sabemos lo que pasó cuando a Nole se le dio por derrotado cuando enfrentó a Carlos en ocasiones anteriores. Lo que sí está claro es que será una noche mágica de tenis. La experiencia de uno que se conoce cada palmo de la Rod Laver Arena, contra el sueño de hacer historia y convertirse en el ganador más joven de los cuatro grandes. Yo, de usted, no me lo perdería. Este martes, sobre las 11 de la mañana en España, las 21:00 de la noche en Melbourne.