Muchos daban a Novak Djokovic por muerto a finales de 2024 cuando terminó el año sin títulos de Grand Slam y saltándose toda la parte final de la temporada para descansar. No demasiados contaban con él para este 2025, pero seguro que muchos de los que dudaban de él, tras su victoria hoy ante Carlos Alcaraz en el Open de Australia, saben del error que cometieron al pensar que el de Belgrado iba a iniciar su gira de despedida en Australia.
Porque el partido de Djokovic hoy es tan bueno que se antoja difícil dibujar cuándo será el final de su carrera. Ahora mismo, viendo que todavía pasa por encima de rivales que son 16 años menores que él, como es el caso de Carlitos, es imposible pensar que le queda poco o que al corto plazo decidirá colgar la raqueta. Tal y como dijo hace un año, solo decidirá retirarse cuando los jóvenes le “pateen el culo”. A Carlos le ha ganado las dos últimas veces. Solo le queda hacer lo mismo con Sinner.
Pero antes de llegar a esa final, para la que todavía queda mucho, toca analizar lo que ha pasado hoy en estos cuartos de final. Y es que Carlitos se irá a casa sabiendo que tiene dos grandes asignaturas a estudiar de manera urgente. Una de ellas, es una asignatura que ya hace tiempo que sabe que necesita trabajar y que hoy quedó demostrado que no solo no la tiene trabajada sino que, si no lo hace pronto, corre el serio riesgo de que los rivales se lo aprendan y empiecen a buscarle las cosquillas todo el rato por ahí.
Primer set de dominio español
Carlitos terminó el primer set con la sensación de que todo lo tenía en la mano. Después de un mal inicio, sentía que dominaba a Nole desde el fondo, que su saque hacía daño y que su derecha hacía mucho daño. Encima, por si eso fuera poco, el serbio parecía tocado y acabó el set sin apenas poder moverse. A nivel corporal, su cara mostraba relajación y seguridad. Incluso parecía que el serbio podría retirarse. Nada más lejos de la realidad.
Cambio de plan, sin reacción de Carlos
Ahí donde cayeron Fritz y otros tantos en el pasado, dejando escapar con vida a un Djokovic tocado, volvió a caer Carlos. Dejó que Nole entrase al encuentro. No le apretó. Se descentró. Perdió su plan y empezó a fijarse más en su rival que en su propio juego. Ahí en ese inicio de segundo set, Alcaraz no lo iba a saber en ese momento, pero por ahí empezó a perder el partido.
Djokovic tenía una cosa muy clara. Con el problema en el muslo no iba a poder aguantar mucho tiempo. Necesitaba acortar los puntos y ser más agresivo. De esta manera, decide dar un paso adelante al resto. Se coloca prácticamente encima de la línea de fondo y ataca una y otra vez a Carlos restando a los pies y a la zona se revés. Master class de Nole de cómo restar hasta una lavadora para ponerla en la zona de aterrizaje de Alcaraz con su saque.
A esto, se sumó un Nole metiéndole un punch especial a sus golpes desde el fondo, desarbolando por completo a Carlos, que vio cómo el partido se le escapaba poco a poco entre los dedos. En su no reacción al paso delante de Djokovic empieza a crecer el serbio, que no iba a dudar en seguir apretando el acelerador.
Destroza -casi- literalmente a Alcaraz con los segundos saques del español. El murciano termina el segundo set ganando solo dos puntos con su segundo servicio. Aquí empezó el principio del fin para él. El serbio no iba a dejar de atacarle los segundos, mientras él no sabía o no podía hacer lo mismo.
Bajón de Alcaraz con su saque
Desde el tercer set, Djokovic devuelve prácticamente todos los saques de Alcaraz. Haciéndole daño con los segundos, pero también restando los primeros a la línea. El murciano sufre en todos y cada uno de sus saques, mientras que al resto no logra hacer daño. Nole desnuda a Alcaraz y muestra a todos su mayor punto débil: el resto de derecha.
Lo hablábamos en el análisis previo, que Novak descubrió en la final de Cincinnati lo que sufre Carlitos cuando resta de derecha. Pese a ser su mejor golpe, algo ocurre con el resto de drive para el español. En aquella final, cometió más de una veintena de errores con este golpe. El serbio, viendo cerca el final del partido, empezó a sacarle una y otra vez, de forma descarada, a la derecha de Alcaraz. Sobre todo, en momentos de presión, con 30 iguales, deuce o bola de break en contra.
Era su golpe de seguridad. ¿Problemas? Saque a la derecha de Alcaraz, y todo solucionado. En el tramo final de cuarto set, llegó a sacarle a la derecha hasta nueve veces seguidas. En total, le sacó un 67% de veces al drive en el lado del deuce, en este cuarto set, y un 73% en el lado de la ventaja. Carlos sabía lo que iba a hacer el serbio, pero ni aún así pudo restar dentro como él hubiera deseado.
Más allá de que en este tramo final de encuentro el serbio se llevó el partido a su terreno en la batalla de revés a revés, o que solo cometió ¡2! errores en esta última manga, la imposibilidad de Carlos de restar dentro los saques del serbio, unido a su falta de pegada al saque, le hizo perder el encuentro pese a que en la parte final mejoró bastante desde el fondo y obligó a Djokovic a sacar su mejor repertorio de golpes.
Así pues, Alcaraz se marcha con un papel del profesor en el que le piden trabajar ese resto de drive. Ha quedado expuesto a ojos de todos, y sus rivales han tomado nota. Ha visto que en pistas duras todavía sigue siendo inferior a varios de sus rivales, y que si un día quiere ganar aquí, va a tener que controlar muchas de estas cosas. ¿Lo mejor? Tiene solo 21 años, y mucho tiempo todavía por delante para corregirlo. Mientras tanto, bravo por Nole, para ejecutar este plan a sus 37 años y volver a superar a un gran tenista como Alcaraz.
Análisis detallado: Por esto ganó Djokovic a Alcaraz en el Open de Australia