Jannik Sinner es el mejor jugador del año 2024. Sus logros y éxitos no dejan lugar a la duda, acabando la temporada en lo más alto del ranking ATP con una amplia distancia con respecto a sus perseguidores. La mayor parte de sus puntos nos remiten a la época de pistas duras, una superficie en la que el italiano prácticamente ha ganado todo que podía ganar: los dos Grand Slams, las ATP Finals, tres de los cinco Masters 1000 en los que participó y, como bonus track, una Copa Davis en la que fue absolutamente decisivo para Italia.
Tres. Es la cifra que más llama la atención de todas: en once meses de circuito, el de San Candido solo ha acumulado tres derrotas en cemento. Quizás los porcentajes, que arrojan una cifra más grandilocuente, llamen más la atención: 94,83%. Esa ha sido la efectividad de Sinner sobre cemento esta temporada, con un balance de victorias/derrotas de 55-3 y un dominio absoluto de la superficie que prolifera en la actualidad en el circuito ATP.
Sin embargo, esta cifra impacta mucho más cuando se contextualiza a nivel histórico. Si aún no están impresionados, déjenme decirles que la temporada 2024 de Jannik Sinner en cemento es la tercera mejor de la historia... solo por detrás de dos años en los que Roger Federer, posiblemente en su pico histórico, decidió tiranizar el circuito más allá de la tierra batida (récord de 50-1 en 2005, récord de 59-2 en 2006).
🇮🇹 Jannik Sinner closes 2024 hard court season with 55 wins and 3 losses: 94,83%
— TennisMyLife (@TennisMyLife68) November 24, 2024
3rd best season in Open Era in percentage#DavisCup pic.twitter.com/L7aFwQIPrM
POR DELANTE DE AGASSI, DJOKOVIC O SAMPRAS
Resulta prácticamente imposible firmar una mejor temporada en pista dura que la que ha logrado Sinner. Su bagaje se encuentra por encima de nombres que aparecen en un top-5 histórico de la superficie, incluyendo a Novak Djokovic, cuyo mejor año fue el 2015 con un balance de 59-5. Jannik solo ha cedido ante dos oponentes en cemento: Andrey Rublev, quien le derrotó en Canadá (en su primer torneo en más de un mes y al que llegó con claras molestias físicas y cierto cansancio mental derivado de su caso por dopaje)... y Carlos Alcaraz, el único en 'mojarle la oreja' en más de una ocasión.
Y quizás en la figura del murciano se encuentre la kryptonita perfecta para evitar una hegemonía sobre el cemento en el futuro. Es pronto para aventurarnos y es imposible predecir el futuro, pero 2024 ha sido un año en el que el transalpino se ha consolidado como una figura insaciable, que no muestra síntomas de agotamiento y que planifica como nadie su calendario/cargas de trabajo para llegar a final de temporada con gasolina en el tanque.
Ahí es donde puede fallar Alcaraz, la principal baza para evitar que Sinner, mucho más regular que el resto de sus coetáneos, deje de acaparar grandes títulos en cemento. La presencia de Novak Djokovic, claro, sigue asustando, pero parece improbable que el serbio se desgaste en torneos como Masters 1000 o ATP Finals, con lo que su amenaza solo se cierne en Grand Slams y, quizás, no durante demasiado tiempo; el resto de perseguidores necesita desarrollar aún más sus armas para plantar cara a alguien que aprovecha como nadie la velocidad media de muchas pistas duras (nadie mejor en el equilibrio defensa/ataque y margen/riesgo que Jannik en el día de hoy).
¿Podrá Sinner crear una hegemonía en esta superficie? Su último año y medio es un aviso del tsunami que puede asolar el circuito. Mientras Alcaraz o Djokovic pueden tirar de astucia y variantes en terrenos como Roland Garros y Wimbledon, Jannik continúa mandando mensajes en una superficie en la que antes notaba el desgaste físico... pero bajo la que ahora encuentra un tapete ideal para imponer su equilibrio y regularidad. Solo el tiempo nos dirá, pero, mientras tanto, ¿qué piensas tú? Te leemos.