Cilic: “El juego de Alcaraz es un regalo y, al mismo tiempo, una maldición”

Entrevistamos al tenista croata en su paso por Madrid para hablar sobre su carrera y sus planes a corto plazo: “Necesito ser humilde para volver al top”.

Fernando Murciego | 21 Apr 2025 | 21.49
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Entrevista de Fernando Murciego con Marin Cilic. Fuente: Punto de Break
Entrevista de Fernando Murciego con Marin Cilic. Fuente: Punto de Break

De paseo matutino por el Club de Campo Villa de Madrid es imposible no detenerse ante el espectáculo de la Pista 6. En primer término aparece un imponente Marin Cilic (Medjugorje, 1988) con sus casi dos metros de altura y ese tenis académico que le ha llevado a ser leyenda. Mientras el croata practica el saque y la derecha, sus dos hijos pequeños –Vito y Baldo– intentan replicarle desde el fondo de la pista, generando incluso mayor expectación que el entrenamiento del campeón del US Open. La imagen es entrañable, reflejando rápidamente que el ex Nº3 mundo vive ahora mismo una etapa totalmente distinta a las anteriores.

Búscame en el restaurante después de comer’, me indica Marin al terminar la práctica cuando le pregunto si sería posible hacerle una entrevista. Y allí que me planto, sorprendido de ver que es el propio Cilic quien acaba buscándome a mí para cumplir con la segunda parte del trato. Sereno, amable y muy consciente del lugar que ocupa –ahora mismo fuera del top100 y disputando el circuito Challenger–, lo que no ha perdido el croata es la ilusión por volver arriba, sin importarle que en septiembre soplará 37 velas. Plantado ante uno de los mejores jugadores del siglo XXI, me basta un par de minutos para saber que también estoy delante de un ser humano excepcional.

Murcia, Girona, Menorca y Madrid. Está claro que te encanta España.

Me encanta, es la verdad. He jugado muchos años el Masters 1000 de Madrid, también el ATP 500 de Barcelona, además de algunas series de Copa Davis en Málaga y Madrid. España es, posiblemente, el país con mayor tradición deportiva del mundo, cuenta con grandes atletas en todas las disciplinas, me encanta la cultura que se respira aquí, la manera que tienen de hacer las cosas y el respeto que guardan por todos los deportistas. Es un placer haber disputado estos últimos torneos, soy muy fan.

Se hace raro verte jugando el circuito Challenger, ¿lo disfrutas?

Por supuesto, me divierto porque tengo marcado un objetivo a largo plazo. Ahora mismo mi ranking es el que es, estoy por debajo del top100 después de haber estado casi 20 meses parado por una doble cirugía de rodilla.

Marin Cilic disputando el Challenger de Madrid.

 

Qué duro.

Así es el tenis, un deporte sumamente complicado donde puedes perder por completo todo tu ranking en solo un año. Ahí es donde toca volver a empezar a construir de cero, compitiendo en el circuito Challenger y jugando este tipo de torneos. Necesitas ser humilde para regresar al top, aceptar esa transición dentro del tour, aunque hoy más que nunca se siente el respeto que tienen todos los jugadores por cada escalón.

Te veo con hambre.

Tengo la ilusión de ser cada día mejor, estoy feliz dentro de la pista, así que ya veremos lo que deparar el futuro.

Ahí tenemos a Wawrinka con 40 años, ¿te imaginas seguir compitiendo a esas alturas?

Sí, ¿por qué no? Uno nunca sabe lo que la vida te tiene preparado, sobre todo viendo cómo terminaron las carreras de Rafa, Roger o Andy. Puedes estar bien pero, un mínimo detalle, puede hacer que todo se termine. Es imposible saber cuándo llegará el final, así que intentaré seguir disfrutando y aprovechando cada oportunidad, por suerte estoy rodeado de un gran equipo y también de mi familia, que viaja conmigo cuando pueden. Estoy disfrutando incluso disputando estos torneos más pequeños, pero cada semana hay una batalla nueva, todo el mundo persigue el mismo éxito, sobre todos los más jóvenes parecen más hambrientos que antes.

¿Qué es lo más duro a estas alturas de tu carrera?

Diría que es la recuperación. Son casi 20 años llevando el cuerpo al límite, dando mi mayor esfuerzo cada temporada, por eso cada recuperación es más critica que la anterior.

¿Cómo cuidas el factor mental?

Mentalmente estoy haciendo un balance muy positivo, sigo disfrutando con el tenis y también de mi familia, de mi vida privada. Así que diría que lo más complicado es mantenerse sano, aunque siempre necesitas un poco de suerte a la hora de seguir afrontando cada entrenamiento. Después de esto hay que comer bien, descansar lo necesario, etc.

Marin Cilic, campeón del Challenger de Girona.

 

¿Te imaginas volviendo al top10?

(Piensa) Sí, lo pienso. De entrada, me gusta pensar lo lejos que he llegado en mi carrera, todo lo que conseguí. Siempre me he tenido una gran consideración como tenista. Soy un jugador que, si desarrolla su mejor nivel de tenis, creo que puedo competir contra los mejores. Incluso esta temporada, después de las experiencias que tuve en Doha y Dubái, donde jugué grandes partidos y vencí a grandes rivales, volví con mucha confianza en mis posibilidades. Intento marcarme buenos objetivos, mantener esa motivación para seguir trabajando, para seguir progresando. El tiempo dirá hasta dónde puedo llegar, pero antes necesito recuperar algo de ranking.

Viendo tu palmarés hay una gran curiosidad que me gustaría comentarte. Ganaste tu primer Grand Slam antes que tu primer Masters 1000… y tu primer Masters 1000 antes que tu primer ATP 500.

Fue como ir hacia atrás (risas).

Es increíble.

Desde que empecé mi carrera, siempre jugué mejor en los Grand Slams, así me enseñó a hacerlo el entrenador que más tiempo estuvo conmigo, Bob Brett. Él fue mi mentor, una persona increíble dentro de mi vida profesional y personal. Siempre me preparó para los Grand Slams, pero eso los mejores momentos de mi carrera se dieron en estos torneos.

Si hubieras trasladado el nivel de los Grand Slams a los Masters 1000…

… mi carrera habría sido muchísimo mejor, desde luego. Por una razón u otra, nunca conseguí esa mejor versión en los Masters 1000, al menos en la mayoría de ellos. En las temporadas donde jugué realmente bien en Grand Slams y Masters 1000 fue cuando estuve #5 o #6 del mundo, ahí estaba la diferencia.

Mirando tus números, ¿no crees que mereces un mayor reconocimiento?

Sí y no […] A lo largo de mi carrera siempre acepté mis altibajos, acepté que no siempre estaría en ese punto máximo, este fue uno de los grandes obstáculos que me impidieron estar mucho más tiempo cerca del top5 mundial. Claro que tuve algunos momentos increíbles en ciertos torneos pero, si miras el rendimiento de una temporada natural, siempre había picos altos y picos más bajos. Entre 2016 y 2018 creo que mostré mi nivel más alto de consistencia, eso fue lo que me empujó a estar en el top10. En cuanto al reconocimiento de la gente… yo sí que lo siento, aunque tampoco algo escandaloso. No me quejo, me gusta, entiendo que he coincidido con algunos de los mejores tenistas de todos los tiempos.

Marin celebra su pase a la final del Challenger de Madrid.

 

¿Qué piensas de los jugadores de ahora?

Son diferentes, tanto en lo mental como en lo tenístico. Los jugadores de hoy en día tienen un estilo más similar, quizá en los tenistas de hace 15 años encontrabas algo más de variedad. Gasquet, Monfils, Tsonga, Roddick, Roger, Rafa, Andy, Novak, Del Potro, Nalbandian, Berdych, Ferrer… solamente en esa lista ya encuentras una combinación muy variada, además de un grupo de jugadores que alcanzaron un nivel de regularidad increíble.

¿Y el tenis actual? ¿Es peor que el de antes?

… ¿te refieres al nivel?

Sí.

Es algo… a ver cómo lo digo. Juntar en la misma época a Roger, Rafa, Novak, Andy, Stan, Del Potro… esto es algo único. Entre todos ellos, mas todos los que he mencionado antes, consiguieron llegan a un nivel de consistencia que era ridículo, prácticamente era imposible ganar un Masters 1000 para jugadores de la talla de Davydenko, Berdych o Ferrer, atletas impresionantes que hubieran ganado multitud de torneos en esta categoría. Ahora tenemos a Alcaraz y Sinner, que todavía son muy jóvenes, pero están progresando adecuadamente. Ellos son los que están liderando el camino, es una nueva generación, así que ya veremos. El futuro dirá si son una mejor generación o no.

La gente que dice que hoy en día está mucho más barato acceder al top10, ¿lo compartes?

Estoy de acuerdo, estoy de acuerdo. Ahora mismo no se ve tanta consistencia en los jugadores top, van ganando y perdiendo casi al mismo tiempo, aunque también es cierto que la mayoría son todavía muy jóvenes, están buscando desarrollar su nivel de juego más alto. Definitivamente estoy de acuerdo con tu afirmación, pero sigo pensando es que es tremendamente difícil ganar un Grand Slam.

Si te parece, cerramos con una ronda rápida.

Vamos.

Un torneo.

Queen’s.

Un ídolo.

Eliud Kipchoge.

¡Vaya! ¿Y en el tenis?

En tenis me quedo con Goran (Ivanisevic), claro. He crecido viéndole.

Marin Cilic, feliz por disputar la gira Challenger en España.

 

Tu mejor partido.

Semifinales del US Open, contra Roger.

Tu mejor recuerdo.

US Open, esta es fácil (risas).

Mejor amigo dentro del vestuario.

Ivan Dodig.

Tu mayor rival.

Novak Djokovic.

¿ATP o PTPA?

Ambas (risas).

Es la guerra.

Es un tema difícil, porque la ATP es la asociación de jugadores profesionales pero la PTPA también está conformada por tenistas profesionales. Tendría que haber una combinación de ambas.

Algo que cambiarías en el tenis.

(Piensa) En los grandes partidos, dejaría únicamente las líneas de singles, quitaría los pasillos de dobles.

Como en los noventa.

Exacto.

¿Tu peor derrota?

Contra Wawrinka en Montecarlo.

¿Sueles ver tenis?

Muchísimo, de hecho estaba viendo un partido mientras comía.

¿Quién es el GOAT?

¿El GOAT? […] Siguiente pregunta (risas).

Es Novak.

Lo es, lo es, absolutamente.

Con los números en la mano…

Es cierto, pero le tengo muchísimo respeto tanto a Roger como a Rafa. Al final hablamos de 24, 22 y 20 Grand Slams, los tres son impresionantes.

Marin Cilic afronta con ilusión la gira de tierra batida.

 

Y la última, ¿Sinner o Alcaraz?

Alcaraz.

Ni te lo has pensado.

Me gusta más su estilo, un jugador agresivo, muy atlético y con una creatividad impresionante.

¿Te preocupa que no sea tan regular como le exigen?

Para nada, todo se debe a su juego, siempre tan creativo. Los jugadores así de agresivos optan siempre por la máxima velocidad, la sensación es similar a la de conducir un F1. No necesitan ganar cada carrera, pero me resulta de una complejidad máxima mostrar esa creatividad jugando a esa velocidad. Para Carlos, tener ese estilo de juego es un regalo y, al mismo tiempo, una maldición.

Digamos que ser tan creativo conlleva un peaje.

Cuando le ves jugar es como si necesitara estar todo el rato creando algo nuevo, es todo lo contrario a ese conductor que maneja siempre de forma segura y se asegura quedar segundo o tercero. Ese perfil sabe cuándo rebajar la velocidad, lo hace más fácil, pero los jugadores creativos como Carlos son diferentes. Cuando le ves jugar es algo impresionante, así que no me preocupa en absoluto, seguirá evolucionando adecuadamente.