Cazaux ficha a un mítico entrenador y se marca un objetivo ambicioso para 2025

El jugador francés, que trabaja actualmente con Sam Sumyk, hace balance de su temporada y confiesa en qué debe mejorar para dar el próximo salto de nivel.

Fernando Murciego | 27 Nov 2024 | 19.59
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Arthur Cazaux se marca un objetivo ambicioso para 2025. Fuente: Getty
Arthur Cazaux se marca un objetivo ambicioso para 2025. Fuente: Getty

Mirando los dos primeros meses de temporada de Arthur Cazaux, la inercia apuntaba a que este hombre podría terminar el curso en una posición mucho mejor de la que finalmente ha sido. Y ojo, que tiene mucho mérito arrancar el año siendo #130 del mundo y terminar #64, con tan solo 22 años y sin experiencia en las alturas. Lástima que todo lo bueno que le pasó en enero y febrero no lo pudo sostener en el tiempo, de ahí el gran aprendizaje que se llevará de cara a 2025, un calendario donde la afición francesa espera su mejor versión con los brazos abiertos.

“Este año pasé por todas las emociones, positivas y negativas. La verdad es que empecé muy bien, ganando el título en mi primer torneo, el Challenger de Nouméa. Luego me fue muy bien en el Open de Australia con algunas primicias: primera victoria contra un top10, primera victoria en cinco sets y primera vez en segunda semana de un Grand Slam. Era todo nuevo para mí y realmente lo disfruté mucho”, recuerda el de Montpellier en una entrevista rescatada por Eurosport France.

“Desafortunadamente, no pude surfear la ola correcta y empecé a sentirme mal en Miami”, repasa el hombre que firmó octavos de final en el Open de Australia, Montpellier y Dubái. “Un mes después, tras mi periodo de recuperación, me volví a hacer daño en mi primer partido en Barcelona, por lo que estuve parado de nuevo un mes y medio. Aquella fue la fase más negativa, no fue fácil. Me costó mucho volver después de este problema en el tobillo, todavía sentía dolor, sobre todo en la gira de césped, así que me llevó mucho tiempo para recuperar las buenas sensaciones físicas de principio de año”.

Fueron muchos meses de sinsabores para un Cazaux que no volvió a reencontrarse hasta octubre, cuando pisó la final de un Challenger en Shenzen –cedió ante McDonald– y alcanzó los octavos de final en el Masters 1000 de París-Bercy, derrotando a Ben Shelton y siendo eliminado por Holger Rune, el hombre al que había ganado en Australia en aquel célebre partido. El tenis lo tiene, el carisma también y el ranking invita a pensar que 2025 puede ser una gran temporada para subir la apuesta. ¿En qué necesita mejorar el francés?

“Creo que realmente puedo ser más regular y más agresivo en pista, lo necesito para seguir avanzando. Mis grandes victorias, tanto en Bercy como en Australia, fueron partidos donde empujé a mis oponentes a cometer errores, siendo muy ofensivo. El problema es que no supe reproducirlo en los siguientes torneos, pero la intención es conseguirlo, no conformarme solo con correr y ser sólido. Hay que ir a buscar los puntos y las victorias, esta es una de las líneas de trabajo que buscaremos pulir en pretemporada”, asegura el hombre que a día de hoy ya es el sexto mejor jugador de su país.

ENTRENADOR NUEVO PARA ROMPER SU TECHO

Además de evolucionar como jugador y aprender lecciones del éxito y el fracaso, Arthur Cazaux también ha vivido en primera persona lo que significa cambiar de entrenador a mitad de la película. Se separó de Stéphane Huet para luego unirse a Laurent Raymond, aunque esta unión tampoco funcionó. Finalmente, el elegido para liderar este proyecto fue Sam Sumyk, uno de los técnicos con más experiencia que podemos encontrar en el circuito. Un hombre que ya hizo campeonas de Grand Slam a Victoria Azarenka o Garbiñe Muguruza y que ahora tendrá el reto de explotar el talento de este joven francés.

“Hemos hablado mucho de objetivos de trabajo, pero no necesariamente de resultados o rankings. En el fondo, lo que quiero es acercarme al top30 en 2025. Ya me había fijado el top50 como objetivo esta temporada pero, desafortunadamente, no pude conseguirlo. Tuve muchos fallos que frenaron ese impulso, pero no hay excusas. Si consigo progresar en todos los aspectos, jugando al estilo que mostré en Bercy, no hay razón para que no me acerque al top30, aunque sea un objetivo ambicioso. Lo daré todo para conseguirlo”, concluye Arthur.