Carlos Alcaraz mantiene más vivas que nunca sus opciones de clasificarse a las semifinales de las ATP Finals 2024 después de apuntarse su primera victoria en el torneo celebrado en Turín. El español necesitaba vencer a Andrey Rublev para no quedarse fuera, algo que logró con creces tras ganar en sets corridos (6-3 7-6(8)). Peligraba su rendimiento e incluso se dudaba de si podría salir a jugar o no hoy debido a su fuerte resfriado que le mermó en su debut, pero cumplió.
La actitud de Alcaraz en este segundo partido en Turín nada tuvo que ue ver con su descafeinado debut. Se presagiaba lo peor por su cuadro de resfriado, pero fue el murciano quién acabó dejando sin aliento a su rival. Carlitos estuvo respondiendo bastante bien a los peloteos, algo que preocupaba debido a sus problemas respiratorios. Ni rastro de enfermedad, pues volvimos a ver al Alcaraz que hace soñar y disfrutar de un nivel arrollador. Por su parte, Rublev intentó mantener la igualdad en el partido, pero el primer break del español marcó un antes y un después-
La confianza por las nubes de Carlitos le llevó a explotar su derecha al máximo para terminar exigiendo a un Andrey al que el servicio no fue suficiente para mantenerse con vida en este primer set. Actitud, ganas, fuerza y mucha fe en lo que hacía. Eso transmitió Alcaraz, que hizo lo que quiso con sus oportunidades. Un nuevo break puso punto y final a esa primera manga, gracias también a los líos de su rival, algo que ya le ocurrió ante Zverev en su anterior partido.
Final de película
El español hizo las delicias del público, creyéndoselo cada vez más, siendo muy activo de piernas e imprimiendo una velocidad de bola que Rublev sufrió relamente en sus carnes. Un Carlitos desatado demostró un día más que cuando las cosas se ponen difíciles, acaba encontrando la luz. Esa luz que contrasta con la oscuridad de un Andrey perdido que no volvió a tener ninguna oportunidad al resto desde el primer juego del partido.
Una actuación de auténtico fenómeno es la que dejó el español, llegando a todo, haciéndolo todo bien y sin abandonar esa buena actitud de principio a fin. Nada pudo desconcentrarle, ni la desesperación del ruso, pero a pesar de ello, tampoco pudo penetrar el servicio de su rival, lo que llevó a un tie-break de verdadero infarto. Carlitos necesitó exigirse ante el ruso, que se agarró a sus últimas oportunidades de mandar el partido a un tercer set. Sin embargo, como si destino estuviera escrito, el murciano hizo de las suyas para cerrar un partido que vivió un gran final. Rublev ya contra las cuerdas, se le complica mucho la clasificación a semis, mientras que Carlitos agranda su esperanza.