
La PTPA ha decidido dar un paso más en su defensa total hacia los jugadores y jugadoras del circuito tenístico. En los últimos meses se ha venido gestando una especie de revolución cuya semilla, parece, se ha plantado hoy. La unión de jugadores, cuya mayor cabeza visible siempre fue Novak Djokovic, ha anunciado de manera oficial una demanda conjunta frente a ATP, WTA, ITF e ITIA, con el objetivo de denunciar prácticas "abusivas", un calendario "insostenible", un completo "desinterés" por los jugadores e, incluso, malos tratos e incumplimiento de los derechos personales de los tenistas.
Es apenas el primer paso de una acción que podría convertirse en histórica, generando una auténtica revolución dentro del ecosistema tenístico. No existe competencia como tal para los entes gobernantes de ambos circuitos: por primera vez en mucho tiempo, ATP o WTA deberán responder en un juzgado ante muchos de los actos de los que se le acusan, enumerados por la PTPA en una serie de puntos clave. La demanda está apoyada por más de 250 jugadores de ambos circuitos, mientras que varios de ellos se personan como demandantes principales: Nick Kyrgios, Vasek Pospisil, Anastasia Rodionova, Nicole Melichar-Martínez, Saisai Zheng, Sorana Cirstea, John-Patrick Smith, Aldila Sutjiadi, Varvara Gracheva y Reilly Opelka son los jugadores en activo que ejercen este rol, que comparten con otros dos nombres ya retirados, Noah Rubin y Tennys Sandgren.
DENUNCIAN PRÁCTICAS ABUSIVAS QUE PONEN EN RIESGO LA SALUD DE LOS JUGADORES
Si tuviésemos que hacer un breve resumen de las causas que llevan a ejercer esta denuncia, los verbos empleados son, cuanto menos, impactantes. Según esta organización, existe una base jurídica latente que permite apoyar las afirmaciones de la PTPA: los órganos de gobierno "corruptos" se han aprovechado, abusado, silenciado y explotado a los jugadores de manera sistemática para generar un beneficio personal a través de lo que denuncian como un "monopolio". Además, estas prácticas ilegales han tenido como resultado un daño importante hacia jugadores y aficionados, poniendo en peligro la integridad y el futuro del tenis.
Ahora bien: ¿a qué prácticas se refiere el anuncio de la organización liderada por Novak Djokovic? No son pocas: afirman que ATP y WTA se comportan como un "cártel" al que acusan de colusión entre torneos para reducir la competencia; colusión para establecer un límite con respecto al dinero que los jugadores reciben por sus méritos en cada torneo, rechazando un libre mercado que podría darles las cantidades que verdaderamente generan; un sistema de puntos "draconiano" que obliga a los jugadores a disputar los torneos que las organizaciones quieren, sin alternativas libres; un calendario abusivo e insostenible que les fuerza a viajar once meses al año; la obligación de que los jugadores firmen acuerdos con respecto a sus derechos de imagen por los cuales no reciben ninguna suma económica y, quizás aún más importante, la denuncia de que los jugadores sufren búsquedas invasivas con respecto a material privado, test antidopaje aleatorios en mitad de la noche e interrogatorios sin haber recibido ninguna ayuda legal.
No cabe duda de que el último punto está motivado por los últimos casos relacionados con el dopaje en el mundo del tenis, buscando castigar el doble rasero con el que se trata a los jugadores; más allá de ello, la denuncia representa una especie de 'manifiesto' legal que obligará a ATP y WTA a personarse y responder estas acusaciones, colocando a los órganos que regulan este deporte en una vorágine mediática que costará dinero y en la que veremos si pueden alcanzar algún acuerdo. Además, supone un paso importante para la PTPA: la denuncia demuestra que ya han amasado el suficiente músculo económico como para tomar acciones mucho más potentes que, en caso de seguir teniendo recorrido, podrían alterar el ecosistema tenístico actual. ¿Llegará a algo esta acción o conseguirán ATP, WTA e ITF mitigarla? Lo descubriremos próximamente.