Cahill desvela lo cerca que estuvo Sinner de retirarse: "Estaba blanco y sin energía"

El técnico australiano explica los motivos que llevaron a Sinner a una situación límite ante Rune, y cómo consiguió recuperarse.

Diego Jiménez Rubio | 29 Jan 2025 | 14.22
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Cahill explica los problemas de Sinner. Foto: gettyimages
Cahill explica los problemas de Sinner. Foto: gettyimages

Bordeó el abismo y salvó un momento crítico. Jannik Sinner empezó a cimentar su éxito en el Open de Australia 2025 con el triunfo ante Holger Rune en octavos de final, pero sobre todo, remontando la adversidad de un problema de salud producido por un virus de origen desconocido que le puso en serios apuros durante un par de días. Así lo narra Darren Cahill.

Todo pudo haber cambiado en aquella calurosa mañana de lunes en la segunda semana del Open de Australia 2025, cuando Jannik Sinner se vio forzado a apretar los dientes y sufrir lo indecible para sacar adelante su compromiso de octavos de final ante Holger Rune. El danés parecía tener el partido encaminado tras el segundo parcial, viendo cómo el número 1 del mundo estaba en serios problemas físicos. Falto de energía, con temblores incontrolables y mirada perdida, el italiano parecía al borde del colapso. Darren Cahill cuenta en el medio SEN qué es lo que sucedió.

- Sinner fue víctima de un proceso vírico que estuvo cerca de impedirle competir

"Se encontraba mal desde unas horas después de su partido de tercera ronda (ante Giron). El día anterior al encuentro contra Rune empeoró y se fue pronto a dormir. Habíamos programado un entrenamiento a primera hora de la mañana y lo cancelamos porque no estaba en condiciones. No sabíamos si podría jugar. Fue directamente a hacer un calentamiento poco antes del partido y estaba completamente blanco. Nos fuimos directos al médico, que le dio unos geles para que recuperara algo de energía. Le recomendó que se diera un baño de hielo y así entró a cancha", declaró el australiano.

Lo cierto es que esa capacidad para sacar adelante situaciones adversas solo la poseen unos pocos privilegiados y Sinner demostró pertenecer a ese grupo. "Tuvo un poco de suerte por haber podido irse al vestuario a que le atendieran en el tercer set. Ahí es cuado estaba peor, querían tomarle las constantes vitales y no podían, así que se lo llevaron dentro. Tuvo unos diez minutos de descanso y al volver había recuperado el color en el rostro y parecía encontrarse mejor", detalló un Darren Cahill que se erige en pieza clave del éxito de Jannik Sinner.