Para esto, mejor no ir

La actuación de Medvedev en la primera jornada de las ATP sigue trayendo cola y reacciones por parte de aficionados y gente del mundo del tenis.

Jose Morón | 11 Nov 2024 | 13.28
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Medvedev - Para esto, mejor no ir. Foto: Getty
Medvedev - Para esto, mejor no ir. Foto: Getty

En el primer día de las ATP Finals presenciamos una actuación bastante cuestionable por parte de un Daniil Medvedev que parece haber llegado a Turín con el vaso completamente rebosado en cuanto a cansancio mental y físico. Al ruso se le cruzó el cable y dejó un espectáculo bochornoso que provocó la ira de los aficionados presentes en la grada y se ganó la crítica de una gran parte del mundo del tenis por lo que hizo.

Llegado cierto punto de su partido ante Fritz, Medvedev decidió dejar de competir al máximo y comenzó su show con la raqueta, tirándola al suelo, haciendo malabares con ella o jugando a restar agarrando el marco en una imagen que enseguida corrió como la pólvora por redes sociales. Luego, en rueda de prensa, tras acabar su partido en 80 minutos, Medvedev tampoco supo ni pudo controlar lo que salió por su boca.

“Estaré feliz si quedo eliminado. Es la primera vez que digo esto, pero quiero que se termine el año. Estoy cansado de pelear con lo que no depende de mí mismo”, soltó un Daniil que parece llegar al undécimo mes de la temporada con el marcador en rojo y sin ganas de seguir peleando.

Entendible su frustración, pero no el modo de expulsarla

Siempre decimos que el tenis es el deporte más exigente que hay ya que te obliga a no bajar nunca los brazos y estar 11 de los 12 meses del año con la mentalidad adecuada y el físico a punto para lo que se viene en un calendario que apenas da descanso. Entendiendo la frustración que puede sentir Daniil, el modo de expulsarla a ojos de todos en un torneo como este, no es el modo adecuado de hacerlo.

Hablamos del torneo más prestigioso a nivel ATP que hay en todo el circuito y el segundo solo por detrás de los Grand Slams. Un torneo que venden como premium para todo el mundo y que así lo constata el incremento brutal de precios que han puesto a las entradas en esta edición de 2024. De media, los espectadores del Medvedev-Fritz pagaron unos 280 euros (sin contar otros gastos como transporte, hotel o comidas) para ver lo que hizo el ruso en pista, bajando los brazos en el tramo final.

Esa imagen no es la que se requiere de un profesional. No es la imagen que el tenis podrá vender al resto del mundo para que la gente se enganche a este deporte, teniendo un tenista que asegura que está cansado de todo y que no quiere estar ahí, haciendo burla de sus pocas ganas de competir. Todos tienen derecho a expresar su frustración, pero siempre respetando la imagen de este deporte y siendo profesionales.

Para esto, mejor no ir

Medvedev tenía una gran oportunidad para haberse bajado del torneo mediante dos vías. La primera, la políticamente correcta y que usa el 99% de los tenistas del circuito, alegar una lesión. Es algo que venimos viendo de manera habitual en los últimos tiempos. Ante la obligación por parte de la ATP de que los tenistas jueguen siempre estos torneos ATP, los jugadores usan la excusa de una lesión para no disputarlos. Daniil, que arrastra molestias en el hombro, lo tenía fácil. Si no quería jugar, lo mejor que podía haber hecho es exponer esa lesión como motivo de su baja. Nada de esto habría pasado y otro jugador, Dimitrov, en este caso, habría ocupado su plaza y estaría contentísimo de jugar y competir en este torneo.

La segunda, la que podría estar peor vista, es que podría haberse bajado argumentando que mentalmente está quemado y que no da ya para más. Que necesitaba acabar ya la temporada y que por eso no juega en Turín. Claro, lo que quizá habría que saber es si ese tipo de declaraciones conlleva una multa importante por parte de la ATP, pero habría sido un buen ejemplo a usar por otros para decirles a los de arriba que el calendario es demasiado exigente.

Sea como sea, si no estaba en disposición, nadie le obligaba a jugar este torneo. Mejor dejar su puesto a otro antes de dar el espectáculo que dio. Para esto, mejor no ir. Hay que cuidar la imagen del tenis. Estas cosas afectan mucho más de lo que uno cree. Lo peor de todo es que en lugar de pedir perdón por ello, luego en frío siguió criticando el establishment. Si esta es su manera de luchar para que las cosas cambien, mal vamos.