
Mirra Andreeva ya tiene en sus manos su segundo WTA 1000. La rusa, con solo 17 años de edad, pudo hacer entrar en cólera a la número uno del mundo para arrebatarle el título que se le ponía de cara tras un primer set cómodo. Mirra pudo remontar mostrando un tenis de gran calidad y una fortaleza mental digna de las jugadoras más experimentadas del circuito. Ganó y pasó por rueda de prensa para valorar su gran momento de tenis tanto en Dubái como en Indian Wells.
- Cómo se recuperó tras el primer set
Parecía que todo iba a salir por la vía rápida para Sabalenka: "No estaba relajada aunque lo pareciese. He estado todo el partido muy nerviosa, solo que después del primer set me di cuenta que tenía que cambiar algo porque no estaba funcionando lo que proponía. He intentado jugar más agresiva, pero sin incrementar su potencia de bola porque eso es imposible. Solo intenté que estuviera incómoda".
- Un equipo perfecto
El gran secreto de Mirra Andreeva es su equipo de trabajo: "Todo mi equipo me protege mucho. Tengo una entrenadora con mucha experiencia (Conchita Martínez) que me ayuda mucho, me da consejos, me dice cómo jugar y tácticas para no desperdiciar la energía. Estoy muy agradecida con todo mi equipo y creo que es ideal que sean experimentados".
"Durante la semana he estado llegando una hora antes de mi entreno para calentar y hacer todas las rutinas. Después de entrenar comíamos y hablábamos. Tras eso, recuperación y para casa. Creo que hemos hecho un buen trabajo porque he tenido energía durante toda la semana".
- Nervios pre-partido
Una campeona muy nerviosa durante la mañana previa, pero con una entrenadora cercana para ayudarla: "Esta mañana estaba muy nerviosa. Cuando lo estoy, suelo cerrarme en mí mismsa y no hablo mucho. Conchita ha intentado relajarme y ha creado una atmósfera buena durante el día de hoy. Ha intentado hacerlo lo mejor posible".
- Sacrificios para ser una campeona tan joven
"Mis padres me ayudaron mucho, pero no creo que haya sacrificado muchas cosas. Trabajo duro cada día e intento ser cada vez mejor. No es fácil, nadie dijo que sería fácil, pero no diría que he sacrificado mucho para estar hoy aquí. Solo puedo dar las gracias a mis padres porque me dieron todo cuando empecé y me apoyaron y creyeron tanto en mí como en mi hermana (Erika)".