¿La suerte ha abandonado a Rune?

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Con Holger Rune no es fácil pronosticar qué tal le va a ir. Y es que, por unas cosas u otras, el danés no consigue tumbar esa barrera que le impide dar su 100%. En el ATP de Rotterdam, el 14 del mundo cayó tajantemente ante Pedro Martínez en su segundo partido del torneo erigiéndose como una derrota muy dura, probablemente la peor en lo que llevamos de año. Y es que el danés vio cómo se le escapaba su oportunidad de hacer, por fin, grandes cosas en la ciudad neerlandesa en la que había arrancado con un gran triunfo ante Lorenzo Sonego.

Sin embargo, el 44 del mundo le devolvió a la tierra. Esta vez, una enfermedad le dejaba sin opciones de recuperarse de la paliza de Martínez. Se ve que Rune no acabó demasiado bien en la Copa Davis y llevaba arrastrando malestar desde entonces. Su madre, Aneke Rune, admitió al medio danés TV2 que Holger había estado lidiando estos días con las consecuencias de esta inoportuna gripe, algo que se hizo muy evidente en su último encuentro: "Tuvo un fuerte ataque de gripe en Dinamarca tras la Copa Davis, por lo que tampoco se sintió muy bien en el partido contra Sonego. Tenía fiebre alta y un médico le revisó. Después de eso estuvo en la cama todo el día”.

Así, después de la derrota, el propio Holger admitía en redes sociales que "fue una noche dura, no podía bajar la fiebre". Sea como fuere, el danés no está teniendo mucha suerte tampoco. Y ahora deberá viajar a Sudamérica para jugar en la tierra batida de Buenos Aires la próxima semana y continuar en Rio de Janeiro. ¿Se recuperará a tiempo para el torneo argentino? "No sabemos todavía si corre peligro la participación en Buenos Aires la semana que viene”, decía Aneke. Después de dos temporadas eludiendo la tierra en este tramo del año, el joven de 21 años había reajustado este 2025 su calendario para probar suerte.

No mirar al pasado

Por verlo de una manera positiva, el ex número 4 del mundo podrá volver a empezar de cero sobre la tierra. Esperemos que sin ninguna enfermedad a la vista, con las energías renovadas y sin obsesionarse con las expectativas. Precisamente de esto último hablaba el danés en sus últimas entrevistas, pues al principio fue muy difícil concentrarse solo en su tenis y hacer oídos sordos de quienes le atacaban por no cumplir con esas expectativas. Ahora, Rune solo mira el futuro y espera que, en ese futuro, la suerte le vaya sonriendo cada vez más. La temporada solo acaba de empezar.