
Holger Rune apagó todas las esperanzas de un Stefanos Tsitsipas que venía mejorando con un partido sin pegas para el danés, en el que logró mostrar su mejor versión. El número 13 del mundo fue de menos a más, ganando confianza tanto desde el fondo como en la red, dominando por completo los ritmos del choque y controlando a su rival, cerrando la victoria con un marcador de 6-4 y 6-4 en 1 hora y 28 minutos. Su próximo rival en cuartos de final de Indian Wells 2025 será Tallon Griekspoor.
Ni un juego duró la tregua en el desierto californiano, cuando el griego y el danés tuvieron que volverse al vestuario bajo la lluvia, creando más emoción. Apenas media hora más tarde, los dos jugadores se preparaban de nuevo para saltar a la pista, en ese momento, bajo los rayos del sol, aunque las nubes no tardaban mucho en volver a taponar el cielo. Tsitsipas trató de atacar a su rival en sus subidas a la red, pero Stefanos mostró una versión algo más errática que en sus anteriores enfrentamientos, abriendo la puerta a un Holger que buscaba su oportunidad desde hace mucho tiempo.
Paciente desde la línea de fondo y aprovechando esos fallos del otro lado de la red, el jugador danés aprovechó la situación para ponerse por delante en el luminoso. Aunque no fue nada sencillo, porque Tsitsipas trató de devolverle el golpe, Holger se adjudicó el primer parcial del partido, mostrando un gran nivel en su saque.
Rune aprieta a un Tsitsipas que acaba cediendo
La igualdad reinaba de nuevo en el marcador, aunque el sufrimiento pasaba de un lado a otro constantemente. Encontrando premio al presionar en ese revés a una mano, ejecutando los passings necesarios para romper el saque de un Stefanos irreconocible con respecto al espectacular nivel mostrado recientemente en el torneo estadounidense. Atento a cualquier intento de romper ritmo en los puntos, Rune no le dejaba espacio para recuperarse al griego.
Con un rugido feroz, Holger cerró la puerta a un Tsitsipas que veía pasar el último tren en el enfrentamiento. El público se rendía ante un gran espectáculo con un globo por debajo de las piernas del danés, provocando que el semblante del griego se volviera todavía más cierto. Manteniendo las distancias, Rune finalizó su tarea con un final de cine, bajo la lluvia que reaparecía para darle un toque nostálgico y confirmar su presencia en los cuartos de final.