Después de mucha incertidumbre tras pasar por varios periodos de lesiones, el inicio de este 2024 era más que esperanzador para una Emma Raducanu con grandes expectativas. Pese a ello, los problemas físicos volvieron a aparecer de manera momentánea, justo en una fase que sirvió a la jugadora británica para reflexionar sobre sus metas.
"Diría que fue un punto de inflexión en el que pensé: Vale, el año que viene, ¿qué quiero para mí?", confesaba la campeona del US Open 2021 en una entrevista con The Guardian. "Era muy creativa. Tocaba el piano, pintaba, exploraba un poco mi lado artístico. La última lesión en el pie me hizo pensar y llegar a la conclusión de que quiero estar sana el año que viene. Quiero asegurarme de que sigo haciendo cosas a nivel físico. Cada vez que me iba de viaje este año, la forma física pasaba inevitablemente a un segundo plano".
"Hacía press, tenis, lo que fuera, y luego el fitness, porque no tenía a alguien capaz de adaptar la sesión, o simplemente no se hacía. Creo que fue entonces cuando me dije: 'Bueno, quiero traer a alguien que venga conmigo, para que pueda continuar el trabajo físico", de ahí su última incorporación en el equipo de la joven británica, que viene a mejorar ese nivel de físico de Emma.
El éxito repentino
"Estoy muy agradecida y soy afortunada por haber vivido ciertas experiencias y oportunidades, pero no estaba preparada para ello. En mi cabeza pensaba: 'Vale, me levanto, juego al tenis, voy al gimnasio, me voy a casa y no tengo nada más que hacer'. Especialmente después de que me fuera muy bien, durante los siguientes años se hablaba mucho sobre cosas fuera de la pista. Yo siempre daba el 100% en la pista. Trabajaba muy duro, pero no estaba tan bien preparada para otras cosas que inevitablemente te quitan energía".