La temporada 2025 ATP está a la vuelta de la esquina y la mayoría de aficionados ya posa su mirada en los grandes nombres del circuito. Jannik Sinner, Carlos Alcaraz y Novak Djokovic generan siempre una expectación inigualable y de todos ellos se espera un rendimiento óptimo, pero también son varios los espectadores ávidos de descubrir nuevo talento o, en muchos casos, redescubrir algunos que se encontraban ocultos. Cada año da a muchos tenistas la oportunidad de subir su valor y dar saltos de calidad tremendos: es momento, pues, de analizar cuáles son los cinco nombres a seguir el próximo año en el circuito masculino, desde posibles resurrecciones de nombres como el de Denis Shapovalov hasta el surgimiento de jóvenes talentos como Joao Fonseca.
- MATTEO BERRETTINI (28 años, #34 ranking ATP): Parece preciso afirmar que su ranking actual no refleja el techo que su tenis puede alcanzar. 'El Martillo', como muchos le apodaron cariñosamente, ha visto pasar a nuevas generaciones de jugadores mientras él convivía con unas persistentes molestias físicas que le alejaban de la versión que una vez llegó a la final de Wimbledon. 2023, sin embargo, le vio regresar a la primera plana, conquistando tres títulos ATP, subiendo más de 70 posiciones en el ranking y siendo parte fundamental del equipo italiano que reconquistó la Copa Davis. Con un nuevo equipo físico y la llama de la motivación plenamente encendida, el transalpino sigue siendo un filón en las superficies más rápidas del circuito, y aún tiene varios años de energía como para volver a verle en las rondas finales de los grandes torneos antes de entrar en la treintena.
- JOAO FONSECA (18 años, #145 ranking ATP): Su portentosa actuación en las Next Gen Finals ha aumentado su valor de la noche a la mañana, pero lo cierto es que Joao hubiese entrado igualmente en esta lista sin haber pasado por Jeddah. ¿Por qué? Simple y llanamente, porque es el jugador de mayor potencial en un rango menor de edad a los Sinner y Alcaraz. Un revés cada vez más sólido, una derecha endiablada y versátil, un saque que mejora por momentos y un equipo de trabajo bien afianzado que trabaja por y para él; la guinda del pastel, claro, es una madurez que contrasta con el año de nacimiento en su DNI. Después de ascender más de 500 posiciones en 2024, todo parece encaminado para que el 2025 sea la temporada en la que Fonseca se cuele en el top-100, deje su marca en algún que otro Grand Slam o Masters 1000 y reafirme lo que los conocedores del circuito Challenger ya saben: que va a ser muy, muy bueno.
- TOMÁS ETCHEVERRY (25 años, #39 ranking ATP): El argentino llegó al circuito pisando fuerte, mostrando un tenis de muchas cilindradas y con un tremendo peso de bola. Sus cuartos de final en Roland Garros llamaron mucho la atención, y muchos se preguntaron si aquí estaba el futuro gran terrícola argentino, sobre todo viendo que su tenis, quizás, era más trasladable a otras superficies que el de Seba Báez. Sin embargo, una pequeña nebulosa mental se apoderó de su 2024, con derrotas duras en partidos muy apretados y un quiste en forma de finales que no termina de extirparse. Los más ambiciosos, en una situación así, se renuevan inmediatamente... y eso hizo el marplatense, incorporando a Horacio de la Peña y cambiando las piezas del puzzle para progresar. Es señal inequívoca de que Etcheverry quiere acercarse al top-20 y, sobre todo, sumar su primer título ATP... y yo no apostaría en su contra, no.
- DENIS SHAPOVALOV (25 años, #56 ranking ATP): Recuerdo cuando a finales de la pasada temporada señalé a Shapovalov como uno de los jugadores a seguir en la gira de pista dura bajo techo. Aquellos que tacharon aquella apuesta de loca (y otros muchos calificativos mucho más ofensivos) pasaron a recibir facturas cuando el canadiense conquistó su segundo título ATP en Belgrado. Por irrelevante que aquel torneo pueda parecer, a mí me resultó la confirmación de que Denis, tras una grave lesión y mucho tiempo fuera de las pistas, está más cerca que nunca de una madurez que siempre le faltó a su tenis... y con ella, claro, el cielo es el límite. El fichaje de Janko Tipsarevic, con la intención de ensamblar un equipo de trabajo sólido, apunta en la misma dirección, y recuerden: ¿quién querría crucificar antes de tiempo a un tipo de tanto talento que solo tiene, repito, 25 años?
- NISHESH BASAVAREDDY (19 años, #138 ranking ATP): Algunos formadores en el tenis universitario estadounidense hablan de Nishesh como el "Djokovic 2.0". No, no se refieren a que vaya a labrarse la misma carrera ni a que tenga el mismo potencial; sí, en cambio, a su estilo de juego, a su inteligencia en pista, a su forma de anticipar el movimiento del rival para acercarse al triunfo. Él mismo ha afirmado que su plan de juego suele ser completamente distinto en función del oponente, y un estilo de tenis tan contracultural como éste, en los tiempos que corren, merece que el público le ponga el ojo encima. Capacidad para tomar la pelota pronto, restos a los pies del rival y un estilo bastante sólido adornan a un tipo que ha decidido dejar atrás la universidad tras acumular victoria tras victoria en los Challengers estadounidenses. La fase previa del Open de Australia será su primer test en los Slams, pero preparénse para verle más a menudo en las grandes plazas del circuito.