Rafael Nadal, a corazón abierto ante los jóvenes del circuito

El manacorí dejó reflexiones impagables acerca de la gestión emocional y física en el circuito, encontrar la capacidad de lucha en cada partido y mucho más.

Carlos Navarro | 24 Dec 2024 | 12.32
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Nadal, durante la disputa de las NextGen Finals. Fuente: Getty
Nadal, durante la disputa de las NextGen Finals. Fuente: Getty

Tras anunciar su retirada hace apenas algunas semanas, empezamos a ver las primeras muestras de lo que Rafael Nadal puede aportar al circuito desde el tendido. Los más de 20 años en el circuito otorgan a Rafa una sabiduría extraordinaria que se manifiesta cuando se junta con jugadores más jóvenes, como es el caso de los que estuvieron presentes en las ATP Next Gen Finals 2024. Alex Michelsen, Joao Fonseca y Jakub Mensik se sentaron con el balear y escucharon reflexiones cargadas de experiencia, haciendo referencia a su capacidad de lucha, organizar las semanas en el circuito y las diferencias dentro del vestuario con respecto a sus inicios como profesional. Una charla absolutamente imperdible donde Nadal ofrece reflexiones impagables.

- Qué supone para él, ahora mismo, cambiar el chip tras 20 años de pura competición

"Todavía siento que ni me he dado cuenta (de haber finalizado su carrera profesional), porque llevamos un periodo de tiempo tan corto y estoy trabajando en tantas cosas... pero es un cambio, desde luego. No solo es que haya estado 20 años en el circuito, es que llevo entrenando de manera profesional desde que tenía siete años. Es un cambio de rumbo total en mi vida, pero estoy bien. Sufrí mucho en los últimos dos años a nivel de lesiones, ya no era capaz de disfrutar tanto en pista: es duro, pero eso hizo la transición un poco más fácil. Ahora tengo muchas cosas que disfrutar fuera del tenis, con mi familia. Le pasa a todo el mundo: ahora toca disfrutar".

- Su capacidad de lucha: ¿nacía de manera interna?

"Una gran parte de ella sí, pero hay otra parte que se basa en la educación que recibes cuando eres un niño, los valores que recibes de tu familia, la manera en la que entrenas cada día. Tuve muy buenos ejemplos a mi alrededor cuando era pequeño, y los ejemplos son más importantes que las palabras. Mi entrenador fue mi tío desde el principio y fue muy estricto desde el principio, me llevaba al límite en cada entrenamiento, así que no tenía la oportunidad de parar, no tenía la oportunidad de dejar de dar el 100% en cada entreno. En cierto modo fue duro, pero cuando te acostumbras a hacer una cosa, se vuelve normal, empiezas a trabajar en encontrar soluciones para hacer eso aún mejor. Así he trabajado siempre".

- ¿Cómo encontrar las ganas y la motivación en todos y cada uno de sus partidos?

"Para mí se trata de una sensación personal, la sensación de que si no das lo mejor de ti, me vuelvo a casa sin estar contento conmigo mismo. Es el miedo a no estar satisfecho con mi actitud. Puedo perder, puedo jugar horrible, pero lo que no puede pasar es que me vaya de la pista sabiendo que lo hice lo mejor que pude. Esa es la clave, tener la responsabilidad personal acerca de dar lo mejor de ti. A veces dar lo mejor de ti es un desastre, estás jugando mal... pero luchas. Te digo una cosa: en mi carrera, gané muchos torneos jugando muy mal, tanto antes del torneo como en las primeras rondas. Sin embargo, si estás ahí, si eres lo suficientemente humilde para aceptar que no estás jugando bien, que tienes que sacar todo con lo que tienes, en muchas ocasiones jugarás algo mejor al día siguiente... y en nuestro deporte todo puede cambiar muy rápido".

- En un calendario tan exigente y con tantas semanas, ¿cómo encuentra la manera de divertirse y pasarlo bien dentro del circuito?

"Al principio fue difícil. Organizar los días que pasan entre cada torneo, para mí, era lo más complicado. Cuando estás ganando y compitiendo en el torneo, está todo bien, te centras en seguir compitiendo y los días pasan rápido... pero cuando pierdes y te toca estar una semana hasta el siguiente, es más duro. Recuerdo estar en 2005 en Cincinnati, perder en primera ronda... y me volví a casa. Estuve seis días en casa, y eso fue un gran error. Me resultaba difícil pasármelo bien en los torneos. Luego, cuando te haces mayor, empiezas a apreciar más las cosas: entrenas, pero también vas a visitar este lugar, vas a organizar algo que quieres hacer... la clave es tomarse las cosas de manera más relajada, porque al principio de tu carrera te preocupas más por todo. Pierdes y piensas que debes entrenar inmediatamente, y sí, pero hay muchas cosas.

Hoy, todos los jugadores tienen grandes equipos a su alrededor, así que no hay tanto espacio para que se desarrollen buenas relaciones entre los jugadores. Cuando yo llegué al circuito, era muy joven y no había redes sociales, no había Netflix, teníamos equipos más pequeños... y éramos capaces de tener más interacción entre nosotros. Eso hizo las cosas más fáciles, más divertidas. Luego, la dinámica en el circuito cambió un poco, todo el mundo pasa el tiempo con su equipo, como hice yo en mis últimos años. El circuito era más divertido cuando había más interacción con el resto de los jugadores. En definitiva, debes organizar tu tiempo entre semanas muy bien: si estás en Europa y tienes cinco días, entrena tres días y organiza en el resto visitas a x o y sitio".

- Menos es más, una importante reflexión

"Al fin y al cabo te acabas dando cuenta de que no siempre más es mejor. Desde mi punto de vista, cuando juegas demasiado te empiezas a sentir como un trabajador, y el deporte no puede ser un trabajo normal y monótono: es pasión. Pierdes un poco la frescura que necesitas a cada momento. Está claro que cuando eres más joven tienes que jugar más, y dependiendo de los resultados ajustas el calentario, pero debes encontrar un equilibrio porque jugar más puede suponer un colapso. El tenis es un deporte muy mental, y te exige mucho porque los márgenes son muy pequeños, así que esa frescura mental puede marcar la diferencia".