Carisma a raudales, talento por doquier y una ética de trabajo impecable. Todo eso es lo que certifica a Flavio Cobolli como uno de los tenistas llamados a seguir creciendo en 2025 y poniendo coto a la zona noble de la clasificación. A sus 22 años, el italiano arrancará el nuevo curso como 32 del mundo y se ve con opciones de hacer cosas muy importantes.
Expectativas muy altas y objetivos aún más elevados. Flavio Cobolli se asentó este año en la élite con una naturalidad aplastante y es consciente de que está ante un curso clave para su evolución como tenista. El italiano tiene margen de mejora en diversos aspectos, pero parece llamado a ir estrechando la brecha poco a poco con los mejores. Resulta complicado establecer cuál puede ser el techo de un jugador que pasó del puesto 101 al 32 en menos de un curso. Reflexiona él mismo en Ubitennis sobre estos asuntos.
"Veo este año como un nuevo comienzo, una oportunidad para confirmar lo que he hecho bien en 2024, no tanto en términos de resultados, sino más en lo que a profesionalidad y ganas de seguir mejorando se refiere", estableció un Flavio que quiere verse más cerca de los mejores. "Mi gran objetivo es tener el nivel necesario para poner en problemas a cualquiera. Quiero reducir la distancia que han puesto Sinner y Alcaraz sobre los demás, me encantaría ponerlos en dificultades porque admiro y respeto mucho a ambos", aseguró.
- Cobolli desvela qué aspectos debe pulir para incomodar a los mejores
La progresión de Flavio Cobolli se vio frenada en el tramo final de año por una lesión de hombro que ha condicionado su pretemporada. "Llevo una semana de retraso respecto a lo que me gustaría porque los dolores tardaron en desaparecer, pero poco a poco voy recuperando mi forma física y tenística", señaló un hombre que estableció claramente cuáles son los aspectos en los que tiene que trabajar más para mejorar sus prestaciones en 2025.
"Tengo porcentajes demasiado bajos con el servicio si los comparo con los de los mejores. También me gustaría incorporar la variante a mi juego del saque-volea, pero lo más importante es adquirir la habilidad de pasar de la defensa al ataque en un golpe", argumentó un Flavio Cobolli que, a sus 22 años, promete emociones fuertes para una campaña en la que la competencia será feroz.