Roland Garros 2020, aquella fue la última estación como jugadora de Julia Goerges. Fue el torneo con el que la alemana cerró su trayectoria profesional, dejando atrás quince años en la élite, siete títulos individuales, unas semifinales de Wimbledon y la condición de top10. ¿Suficientemente valorada por la prensa de su país? Esta solo es una de las preguntas en la entrevista que concedió hace un tiempo a Tennis Magazin, donde explica cómo le ha cambiado la vida desde que colgó la raqueta. ¿Aceptará que el tenis femenino alemán se encuentra en época de crisis? Escuchamos a la germana, quien además mantiene una relación sentimental con el neerlandés Wesley Koolhof, retirado desde hace menos de un mes.
Una nueva vida
“El mayor cambio es el ritmo de vida. Antes eran 24 horas al día pensando en tenis, cronometrando cada entrenamiento. Reconozco que durante los dos primeros años seguí entrenando, pero luego ya me relajé, aparté el entrenamiento de fuerza y me centré más en el yoga y la meditación, busqué desarrollar una sensación corporal diferente. Como atleta siempre tuve expectativas muy altas, pero ahora conozco mucho mejor mi cuerpo. Hoy me estoy dirigiendo hacia otras direcciones que nada tienen que ver con el tenis, aunque de vez en cuando comento partidos en televisión”.
Su relación con el tenis
“No echo de menos el tenis, en absoluto. De vez en cuando puedo jugar algo con Wesley, pero no lo voy buscando. Durante todos estos años fue mi profesión, fue mi sueño, pero hay que tener cuidado de no perderse, porque este mundo es muy especial. La alegría a veces se define por una victoria o una derrota, aunque no debería ser así. A mí me sentó muy bien parar en ese momento, aunque he seguido viendo tenis por Wesley. Lo que es seguro es que guardo en mi corazón cada uno de los recuerdos y experiencias que tuve como jugadora, el tenis sigue siendo genial”.
Convivir con la presión
“Mi generación fue la de Boris Becker y Steffi Graf, por eso fue duro al principio, con todo el mundo preguntándome cuándo daría el salto o cuándo ganaría un Grand Slam. Al final entendí que formaba parte del trabajo, no puedes influir en lo que una persona escribe o piensa, aunque aprendí a manejarlo conforme me fui haciendo mayor. Con un par de declaraciones se pueden controlar las cosas, ya que si te das mucho existe el riesgo de que escriban cosas que no quieres. Todo depende de lo que se irradia y lo que digas, sino las expectativas estarán por todas partes”.
Satisfecha con su carrera
“Estoy en paz con lo que logré, agradecida y feliz por lo que conseguí a lo largo de mi carrera tenística. Eso es todo lo que importa. Lo que piensen otras personas, si me aprecian o no, me respeten o no, no está en mis manos. El algún punto aprendí a lidiar con eso, no se puede hacer feliz a todo el mundo, aunque tampoco fue nunca mi objetivo. Para mí ha sido muy importante encontrar el enfoque correcto en la vida, aprender de todo ese área mental, encontrar cada día lo positivo”.
Su favorita en la actualidad
“Me gusta mucho Elena Rybakina porque me identifico con su forma de jugar al tenis, juega sin concesiones. A diferencia de sus golpes básicos y su servicio, creo que puede añadir algo más en la red. Me encantan esos golpes secos y directos que tiene, además de su saque. Creo que con eso te da para ganar torneos de Grand Slam, como ya demostró en Wimbledon. También me gusta Iga Swiatek, su manera tan atlética de moverse. Por supuesto, hay que citar a Aryna Sabalenka y lo mucho que ha evolucionado a lo largo de los años. Ahora está en lo más alto del ranking y de manera merecida, pero si tuviera que elegir a una, me quedo con Rybakina”.
¿Está en crisis el tenis femenino alemán?
“Para nuestra generación fue difícil que nos comparan con Steffi Graf, a las de ahora serán comparadas los títulos de Grand Slam de Angelique Kerber, o los éxitos de Petkovic y Lisicki, incluso conmigo. Es difícil, también nosotros vimos cómo los cuadros de Grand Slam estaba lleno de jugadoras alemanas, donde al menos una siempre llegaba a la segunda semana. No puedo juzgar a las tenistas actuales, nunca me gustó que lo hicieran con nosotras sin saber lo que estábamos viviendo internamente. Personalmente, me gusta mucho Noma Noha Akugue, pero no sé cómo lo vive ella, en esta época el aspecto mental es fundamental. Aparte de ella, me parece increíble lo que sigue haciendo Tatjana Maria después de ser madre varias veces, es increíble verla permanecer en el top100”.