Aunque ya estaban puestas desde hace más de un año, el final de la temporada ha hecho que todas las miradas del mundo tenístico se dirijan una vez más a una Italia que no se cansa de ganar, ya sea de forma individual o colectiva. Los éxitos en la Billie Jean King Cup y en la Copa Davis eran el último capítulo de un 2024 histórico para el país europeo. Entre todas las figuras que forman el puzle destaca de forma clara la de Jannik Sinner. Además de cerrar el curso como el número uno del mundo, el de San Candido ha demostrado que ha llegado para quedarse al ganar sus dos primeros Grand Slams, además de las ATP Finals y otros cuantos torneos.
"También ha marcado un nuevo récord en Turín: el jugador con la menor cantidad de juegos perdidos en la historia de las ATP Finals, ganando a grandes rivales al final de la temporada, todo esto teniendo también su caso (de dopaje). Es el mejor jugador del mundo cuando la superficie en la que juega no es resbaladiza. La tierra batida y la hierba son muy diferentes. Carlos no ha jugado la temporada al completo, ha estado lesionado en varias ocasiones, tendremos muchísimos más duelos entre los dos a lo largo del tiempo. Él tiene el tenis que más puede molestar a Sinner", explicaba Andy Roddick en su podcast.
La clave del éxito del tenis italiano
"Menudo año para el tenis italiano, y no es ninguna casualidad. No es coincidencia que Italia gane la Billie Jean King Cup y la Copa Davis. Hace años, se plantearon la pregunta de cómo desarrollar el talento tenístico, empezando con muchas más oportunidades para llegar a lo más alto, creando Challengers, mitigando también los costes de jugadores con clasificación baja que tengan que viajar. Han tomado las decisiones correctas y han hecho las inversiones adecuadas".